Your browser doesn’t support HTML5 audio
Texas vive una de las tragedias naturales más devastadoras de los últimos años. Las inundaciones repentinas ya han cobrado la vida de 67 personas, incluidos 21 menores, y mantienen en vilo a las autoridades por la desaparición de 11 niñas en un campamento de verano cristiano.
Desde la noche del viernes, lluvias torrenciales desataron inundaciones súbitas en Texas Hill Country, causando una emergencia de proporciones catastróficas. El río Guadalupe se desbordó abruptamente, aumentando más de 8 metros en menos de una hora, arrasando casas, vehículos y campamentos veraniegos a lo largo de su cauce.
La tragedia se cebó particularmente con el Campamento Mystic, un reconocido campamento cristiano para niñas ubicado en las afueras de Kerrville, a 104 kilómetros al noroeste de San Antonio. Allí, 11 niñas y una consejera continúan desaparecidas, mientras equipos de rescate trabajan contrarreloj para encontrarlas.
67 muertos, 21 de ellos menores
Las autoridades confirmaron que el número de víctimas fatales asciende a 67 personas, distribuidas de la siguiente manera:
- 59 muertos en el condado de Kerr
- 4 en el condado de Travis
- 3 en el condado de Burnet
- 1 en el condado de Kendall
El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, indicó que entre los fallecidos hay 38 adultos y 21 niños, con 18 adultos y 4 menores aún por identificar.
“Expresamos nuestras más sinceras condolencias y oraciones a cada familia afectada por esta tragedia. Seguiremos buscando hasta encontrar a todas las personas desaparecidas”, declaró Leitha este domingo por la mañana.
Campamento en ruinas: el drama de las niñas desaparecidas
Las imágenes del lugar son desgarradoras: ositos de peluche, mantas y colchones cubiertos de barro esparcidos por todo el campamento. La mayoría de las niñas estaban dormidas cuando las aguas del río las sorprendieron. Según declaró el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, muchas de ellas “son menores de 12 años”.
En total, 27 niñas fueron reportadas como desaparecidas inicialmente. Hasta ahora, 16 han sido encontradas con vida, pero 11 niñas siguen sin ser localizadas, junto a una consejera. Más de 800 personas han sido rescatadas en la región desde el viernes.
“Espero que los milagros sigan ocurriendo”.
Vicegobernador de Texas, Dan Patrick
El vicegobernador Patrick reconoció que la situación es crítica, pero mantiene la esperanza: “Nunca nos damos por vencidos en la búsqueda de alguien. Hemos tenido tormentas donde las personas han sobrevivido tras ser arrastradas más de 20 kilómetros río abajo. Espero que los milagros sigan ocurriendo”, declaró a NBC.
Patrick también advirtió que el número de muertos podría aumentar. “Había miles de visitantes en un pueblo de apenas 20.000 habitantes por el feriado del 4 de julio. Aún no sabemos quiénes están desaparecidos”, añadió.
“La peor pesadilla de cualquier padre”
Testimonios como el de Joe Etheridge, padre de un niño del campamento La Junta, revelan el drama vivido por quienes enfrentaron el desastre. El hombre comentó que su hijo se encontraba entre los acampantes mayores cuya cabaña se convirtió en refugio para otros que escapaban de la crecida de las aguas. Esperaron a que amaneciera antes de dirigirse a un camino de servicio, donde fueron rescatados por personal de emergencia.
“Dijo que básicamente se agazaparon allí hasta las seis de la mañana, aproximadamente, cuando empezó a amanecer”, dijo Etheridge.
Lorena Guillen, cuyo restaurante quedó destruido, alojaba 28 vehículos de campistas que estacionaron en sus predios cerca del río. Contó a la BBC que pudo escuchar los gritos de una familia de cinco.
“Estaban siendo arrastrados”, dijo Guillen. “Estaban agarrados de los árboles esperando ser rescatados. Pero los socorristas no podían alcanzarlos”.
Rachel Reed, una madre que condujo cinco horas en auto desde Dallas para recoger a su hija, relató a la BBC que miembros de su Iglesia y del distrito escolar estaban entre las niñas muertas y desaparecidas.
“Las familias de esos campistas están viviendo la peor pesadilla de todo padre”, expresó.
Otros han estado regresando a las áreas inundadas. Jonathan y Brittany Rojas visitaron la casa de sus parientes para encontrar que sólo quedaban los cimientos.
Le contaron a la BBC que la madre y un bebé de la familia seguían desaparecidos. Un hijo adolescente, Leo, sobrevivió cuando quedó atrapado entre alambres de púas.
Respuesta federal y críticas por falta de previsión
El presidente Donald Trump firmó una declaración de desastre federal para Texas, tras el pedido del gobernador Greg Abbott, lo que permitirá el envío de ayuda y recursos adicionales. La decisión se produce tras controversias por rechazos anteriores a solicitudes similares en otros estados.
Sin embargo, el congresista demócrata Joaquín Castro instó a las autoridades estatales a prepararse mejor para futuras catástrofes, señalando que el cambio climático ha intensificado la frecuencia e intensidad de las inundaciones. Castro también denunció recortes de personal en el Servicio Meteorológico Nacional (SNM), que habrían afectado la capacidad de advertencia ante la tormenta.
El papa León expresó su solidaridad
Desde el Vaticano, el papa León se solidarizó con las familias afectadas por las inundaciones. Durante el rezo del Ángelus, ofreció “sinceras condolencias a todas las familias que han perdido a sus seres queridos, en particular a sus hijas que estaban en el campamento de verano”.
Mientras los niveles del río Guadalupe descienden lentamente, los rescatistas se mantienen firmes. “Seguiremos buscando hasta que encontremos a cada una de las niñas”, reiteró el sheriff Leitha.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario