Aunque no es nueva y lleva un par de años apareciendo en los rankings de “mejores apps” para instalar en un smartphone, en los últimos días las redes se llenaron de usuarios que subieron su foto de cómo se verían de más viejos, modificada con FaceApp. Sin embargo, empezaron a surgir dudas sobre la seguridad que esta aplicación ofrece a sus usuarios: ¿qué tan confiable es entregarle la información que pide?
La pregunta se debe a los permisos que hay que concederle antes de empezar a usarla: “Permitir acceso completo a la red, ver conexiones de red, recibir datos de internet” son algunos de ellos.
El vocero de ESET mencionó que, en el apartado de privacidad de la página web de FaceApp, se dice: “Utilizamos herramientas de análisis de terceros para ayudarnos a medir el tráfico y las tendencias de uso del servicio. Estas herramientas recopilan información enviada por su dispositivo o nuestro servicio, incluidas las páginas web que visita, complementos y otra información que nos ayuda a mejorarlo”.
“Cualquiera que haya puesto su cara online junto con su nombre y otros datos de identificación (por ejemplo, cualquier persona con un perfil en medios sociales o un perfil en un sitio web ya es muy vulnerable de ser capturado digitalmente para futuros usos de reconocimiento facial”, dijo el abogado Michael Bradley, de Marque Lawyers, al sitio australiano ABC.
Sus creadores, unos desarrolladores rusos, dicen que la aplicación utiliza una forma de inteligencia artificial (IA) ?conocida como red neuronal? para escanear rostros y hacerlos más jóvenes, mayores, de otro sexo o con barba.
De hecho el fundador de FaceApp, Yaroslav Goncharov, dijo en su momento que la aplicación usaba “redes neuronales para modificar una cara en cualquier foto mientras mantenía el realismo fotográfico”.
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