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El sacerdote Raúl Domínguez, una de las figuras más queridas y carismáticas de la diócesis de Río Gallegos, regresará esta semana a Las Heras, la localidad donde —según ha relatado en distintas entrevistas— fue llamado por Dios al sacerdocio.
La celebración será el jueves 23 de octubre a las 19 horas en la Parroquia San José, ubicada en Rivadavia 240, frente a la Plaza San Martín. El encuentro se enmarca dentro de la misión pastoral “Peregrinos de Esperanza”, impulsada por la Diócesis de Río Gallegos – Región Patagonia Comahue y el Decanato Norte.
Bajo la cita bíblica de Ezequiel 36:26 —“Les daré un corazón nuevo y les infundiré un Espíritu nuevo; les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne”—, la misa estará especialmente dedicada a orar por los enfermos y quienes buscan fortaleza espiritual.
El padre Domínguez es reconocido por su estilo profundamente carismático, donde la oración, la música, la adoración eucarística y la imposición de manos se convierten en signos de fe y esperanza. En sus celebraciones, invita a los fieles a abrir el corazón para recibir la sanación del cuerpo y la sanación del alma, en un clima de profunda espiritualidad y comunión con el Espíritu Santo.
El regreso del sacerdote a Las Heras tiene un significado especial: fue allí donde, siendo un joven trabajador rural recién llegado desde Gaiman (Chubut), descubrió el llamado de Dios y comenzó su camino vocacional.
A lo largo de sus más de veinte años de ministerio, Domínguez ha desarrollado una intensa labor pastoral en distintas comunidades de la provincia, entre ellas Río Gallegos y Caleta Olivia, donde actualmente se desempeña como administrador parroquial de San Juan Bosco. También realizó misiones en comunidades indígenas del Chaco Boreal (Paraguay), reafirmando su compromiso con los más necesitados y con el acompañamiento espiritual de quienes sufren.
“La misa por los enfermos es un espacio donde la comunidad se une para pedir por quienes atraviesan momentos difíciles, pero también para agradecer los milagros cotidianos”, expresó el sacerdote, quien impulsa la oración como fuente de consuelo y renovación interior.
Con gestos sencillos y un mensaje de amor evangélico, el padre Raúl Domínguez invita a reencontrarse con la fe que sana y renueva, recordando que “no hay cuerpo que se restaure sin el alma en paz, ni alma que se renueve sin el amor de Dios”.
La comunidad de Las Heras se prepara para recibirlo con alegría, en una jornada que promete ser de profunda fe, oración y sanación espiritual.
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