Walter Quintero, de 35 años, oriundo de Santa Teresita y trabajador de Las Heras en una empresa de telecomunicaciones, fue hallado sin vida el pasado 6 de julio en una torre de alta tensión ubicada a casi cinco kilómetros del centro urbano. Su caso generó impacto en dos comunidades: la del norte santacruceño, donde trabajaba, y la de su ciudad natal, en el Partido de La Costa.
La versión inicial difundida por la policía local apuntó a un suicidio. Sin embargo, la familia del joven rechaza de plano esa hipótesis y denuncia que no han recibido información oficial ni del juzgado de Eduardo Quelín ni de la comisaría encargada de la investigación.
“Queremos justicia, no que ensucien su nombre”
Pamela Quintero, hermana de Walter
En diálogo con La Opinión Austral, su madre María del Carmen Escudero y sus hermanas Pamela y Aldana fueron contundentes. “Queremos saber qué pasó. Dijeron que se suicidó, pero él tenía muchos proyectos, una hija de 7 años, era alegre y querido”, expresó Aldana. La madre agregó: “No quiero algo político, ni que ensucien su nombre. Mi hijo era querido en ambos pueblos”.
También detallaron que Walter estaba realizando trabajos en la casa de su hija, y que mantenía contacto con su expareja. “Estaban medio separados, pero él iba a la casa a colocarle los cerámicos en la pieza de la nena. No tenía la actitud de alguien que piensa en quitarse la vida, tenía muchos proyectos”, dijeron.
Un último llamado que sembró sospechas
Uno de los puntos más inquietantes del caso es el último contacto que Walter tuvo con su expareja. Según relataron sus familiares, la mujer recibió una llamada en la que el joven le advirtió: “Me están persiguiendo cinco autos de la DDI. No salgas con la nena. Cuidate. La Policía te va a notificar”. Esa frase encendió las alarmas en la familia.
“Usó un lenguaje que no era el suyo. Eso de ‘notificar’ lo dice la Policía, no mi hermano. Algo raro pasó. No podemos creer que se haya suicidado y que nadie investigue otra cosa”, sostuvo Aldana, que es personal de las fuerzas de seguridad en Buenos Aires, a La Opinión Austral. En esa línea, pidieron expresamente que otra fuerza actúe como auxiliar de la Justicia.

Para los seres queridos de Walter, hay elementos que refutan la teoría del suicidio. “Es imposible llegar a esa torre sin ayuda. No se puede trepar así nomás. Y una persona que planea quitarse la vida no le dice a su familia que se cuide y se encierre”, explicó Aldana. “Él sabía que algo le iba a pasar. Eso está claro”, insistió.
El caso de Walter Quintero sigue abierto, pero su familia exige que se profundice la investigación con seriedad y que se deje de instalar una versión que, según ellos, no refleja lo que realmente ocurrió.
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“Solo pedimos justicia y respeto. No queremos que esto quede impune, ni que se manche el nombre de mi hermano”, concluyó María del Carmen Escudero.
La lentitud judicial y el silencio oficial
Los familiares manifestaron que no recibieron hasta el momento ninguna notificación oficial sobre el avance de la causa. “Nos dijeron que la Policía tiene hasta 90 días para informar al juzgado. Es inadmisible”, expresaron con indignación. También señalaron que el juzgado de Las Heras, a cargo del juez Eduardo Quelín, “no tiene respuestas” porque la comisaría “no les envió nada”.
Además, lamentaron la lentitud del proceso judicial en Santa Cruz y denunciaron la ausencia de organismos de derechos humanos o acompañamiento institucional. “Estamos disconformes. Nadie nos explica nada. Sentimos que estamos solos”, dijeron. Además, la familia intenta conseguir un abogado, pero denunciaron que “los honorarios en Santa Cruz son altísimos” y que no pueden afrontarlos.
Dolor, miedo y la espera por traerlo de vuelta
El cuerpo de Walter Quintero aún no fue enterrado ni trasladado a su ciudad natal. Solo se realizó un velatorio íntimo el 9 de julio, y los familiares están juntando dinero para poder repatriarlo desde Santa Cruz. “El dinero que están recaudando es para guardar hasta que podamos traerlo. Todo esto es muy doloroso”, contaron.
Su expareja, madre de la hija de 7 años, está en estado de shock desde que ocurrió el hecho. “Hace cinco días que no duerme, está aterrada. No entiende qué pasó”, indicaron sus allegados. Ahora viajaron a Santa Cruz algunos hermanos de Walter y un cuñado.
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