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“Estoy bien” fue lo único que una vecina le dijo a un grupo de vecinos que estaban pescando, mientras ella hacía “la plancha” en las frías aguas de la costanera de Río Gallegos.
Se trató del caso que tuvo en vilo durante toda la jornada del sábado a las autoridades por la aparición de una mujer sin vida flotando en la ría y que, no fue hasta la última hora, cuando se conoció la identidad de la víctima.
Tal como lo informó www.laopinionaustral.com.ar, los pescadores estaban combatiendo el granizo, las frías ráfagas de viento y la inusual baja temperatura para diciembre, cuando vieron a una mujer con una campera verde claro flotando cerca de la costa.
En ese momento se dio una breve conversación. La pareja de pescadores de avanzada edad vieron a la vecina flotando, le preguntaron a viva voz cómo estaba y ella solo espetó la frase con la que comienza esta nota.
“A nosotros nos pareció muy raro, capaz estaba haciendo algún deporte pero no sabíamos, por eso llamamos a la policía” dijo una de las personas que estaban pescando a la altura de la Escuela de Kayak I Yenu Jono de nuestra ciudad capital.
Quien dijo la frase con la que empieza esta nota es María Nelly Andrade Vera, una mujer de 67 años de edad que participaba activamente en la Parroquia Fátima y era integrante del grupo de oración Renovación carismática católica “Jesús Misericordioso”. Era esposa, madre y abuela, tenía una nietita menor de edad.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, , se pudo establecer que fue cerca de la una de la tarde cuando Nelly salió de su casa ubicada en la calle Lavalle al 500 dejando una carta de despedida. Hizo unas diez cuadras hasta que llegó a la costanera.
Cuando las autoridades la encontraron ya sin vida flotando a la altura del Parque Pirincho Roquel, a dos kilómetros de la costa, todavía tenía sus zapatillas negras y su pantalón del mismo color puesto. Los restos de la vecina fueron subidos primero a la embarcación de Bomberos de la Policía de Santa Cruz pero, por cuestiones de espacio, luego fueron trasladados al semirrígido de la Prefectura Naval Argentina que navegó hasta la altura de la parte posterior del salón de eventos “Rio Dulce” para ser subidos a un móvil de la misma fuerza y llevarlos hasta la morgue.
A partir de este momento comenzó el problema de poder identificar a la vecina. No tenía documentación o algún elemento que permita establecer quien era la víctima. Además, hasta entrada la tarde, no hubo denuncias de personas desaparecidas que podrían ayudar a desentramar la cuestión.
Los restos de la vecina llegaron a la Morgue y, gracias al SIFCOP (Sistema Federal de Comunicaciones Policiales) finalmente el misterio fue develado. Con la huella dáctilar derecha de la mano derecha se pudo saber que se trataba de “Nelly” tal como la conocían sus seres queridos.
En el sistema aparecen más de 40 millones de personas. “Todas las personas que hayan hecho el DNI, desde la segunda generación en adelante aparecen” aseveraron desde la Policía..
Con los datos de la identidad de la vecina, su foto y su domicilio, una comisión fue hasta la morada donde se entrevistaron con F. Tolaba, un hombre de casi la misma edad que Nelly que era su esposo. Los agentes fueron quienes le dieron la triste noticia del fallecimiento de la vecina y luego encontraron la carta de despedida que ella había dejado
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