Un lamentable hecho dio a conocer el propio Andrés La Blunda a través de sus redes. Se trata de la placa conmemorativa que recuerda no sólo su propia historia y la de sus padres, sino también de toda la sociedad.

El homenaje, ubicado en el municipio de San Fernando, provincia de Buenos Aires, en la casa que compartió la familia La Blunda, apareció vandalizado, pero no con graffitis, sino que la cortaron como se puede ver en las imágenes.

Andrés La Blunda no sólo es el actual director de Casa de Santa Cruz en Capital Federal, sino que su vida acarrea una fuerte historia: es el nieto número 18 restituido por las Abuelas de Plaza de Mayo. Sus padres, fueron parte de los 30 mil desaparecidos durante la oscura época de la dictadura cívico-militar.

Sobre su historia, tiempo atrás, relató: “Mis padres, ambos están desaparecidos, fueron secuestrados en abril del ’77, yo tenía tres meses, vivíamos los tres juntos y fui secuestrado por el Ejército, desde ese día no los vi más. Me dejan en un departamento de enfrente, y me adopta una familia no vinculada a las Fuerzas Armadas”.

La placa es una manera de conmemorar la historia colectiva y su historia personal, porque se ubica en la casa que compartieron como familia, apenas unos meses hasta que fue secuestrado.

“Hay que recordar que la placa, para el último 20 de abril, la recolocamos por tercera vez. Ya es la tercera vez que colocamos la placa y en esta última fue cortada. Ni siquiera sacada, fue intervenida“, indicó La Blunda a La Opinión Austral sobre el lamentable hecho. “Esto me parece más grave aún, porque es una clara señal de disconformidad, de más violencia”, aseveró.

“Esto da cuenta también de la falta de consenso en relación a algo tan profundo y sentido por la mayoría de los argentinos, como son las consecuencias propias del genocidio. Hay sectores con mucho odio, negacionistas, que les molesta que se haga una reivindicación permanente, si se quiere, insistente en nuestro caso de la memoria de lo ocurrido hace 47 años”, profundizó La Blunda.

Por otra parte, mencionó que “no perdemos la calma, por un lado da tristeza, a mí me da mucha tristeza, primero me impactó mucho porque yo lo vivo en términos personales también, es un sitio de memoria para mí, mis padres no sé dónde están y el único lugar donde tengo para recordarlos ahí, que es el edificio donde vivíamos hasta que tuve tres meses de edad y después no los vi nunca más”, mencionó.

Por último, La Blunda agradeció las muestras de acompañamiento y afecto de quienes se solidarizaron.

EN ESTA NOTA Andrés La Blunda

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