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El Dr. Héctor Juan Bitti fue homenajeado este martes en Comandante Luis Piedra Buena por sus 50 años en la medicina.

Este reconocimiento tuvo lugar en el Concejo Deliberante y luego en el Centro de Atención Primaria de la Salud, ubicado en William Clark 384, que lleva el nombre de Bitti.

Allí, el doctor con mayor trayectoria en Santa Cruz recordó sus años de dedicación profesional junto a colegas, amigos, familiares y funcionarios de la localidad que lo adoptó.

Además de emotivos discursos de sus allegados, el agasajado disfrutó de un video en el que se condesaron fragmentos de los lugares y personas que lo acompañaron a lo largo de estos años, principalmente su difunda esposa, Telma Corteccia, su hija Vanesa Bitti, y su nieto de 6 años, Moro.

Un médico apasionado

Héctor Juan Bitti nació el 18 de diciembre de 1947 en Conscripto Bernandi, aunque vivió su niñez y adolescencia en Bovril, ambas localidades de Entre Ríos.

Un 24 octubre de 1973, acompañado por su padre, Juan Bitti y su madre, Ana Delia Beltzer, recibió su título de Médico Cirujano en la Universidad Nacional de Córdoba.

De esa manera, y cargado de sueños, ilusiones y aprendizaje, estaba por comenzar a escribir su destino en el sur argentino. Fue su suegro, Carlos Corteccia, el nexo para que la Patagonia lo reciba.

“Don” Carlos, quien se encontraba radicado en Río Gallegos, lo acompañó en su arribo a la salud pública en Santa Cruz.

En aquel entonces, tuvo que elegir entre tres ciudades para instalarse: El Calafate, Perito Moreno y Comandante Luis Piedra Buena. Una decisión que marcó su vida para siempre.

El 2 de enero de 1974 llegó a este último destino y comenzó su actividad profesional en el Hospital Dr. Armando Zamundio, del cual llegó a ser director.

Allí, se desempeñó hasta al 30 de noviembre de 2003, cuando se jubiló.

Durante los primeros años en los que ejerció en la región austral del país, había tan solo dos médicos para Piedra Buena y Puerto Santa Cruz.

“Intuitivo por demás”, así lo definía el doctor Dr. Raúl Paolucci, quien fue su gran amigo y colega por 30 años. Ambos formaban parte del equipo de cirugía que atendía dichas localidades santacruceñas.

Posteriormente, el Dr. Mario Triputti se sumó a este grupo de trabajo, el primero en la provincia en empezar la cirugía laparoscópica.

En marzo de 1974, Bitti se casó con Telma Corteccia, referente importante de la cultura nacional. De hecho, en el 2021 se impuso su nombre en la sala de teatro del Centro Cultural de Piedra Buena.

Sin embargo, la esposa del médico no pudo llegar a ver este homenaje porque falleció en diciembre del 2021, cuando el matrimonio estaba a punto de cumplir su boda de oro, producto de una larga enfermedad.

En octubre del 1975 nació Vanesa, su única hija que hace más de 35 años reside en Carlos Paz, Córdoba y se desempeña como periodista. Muchos años después, en diciembre del 2016, llegó al mundo su nieto Moro.

En la actualidad, Bitti es delegado del Consejo de Médicos de la Provincia, función que realiza desde hace 8 años. De igual manera, mantiene vigente su matrícula profesional – N°169- del Colegio Médico de Santa Cruz.

Dr. Hector Bitti junto a su esposa Telma y su hija Verónica.

“Buen hijo, buen hermano, mejor amigo, un capo como padre, un abuelo inigualable. Un médico que lo dio todo y más, de esos de antes”, expresó su hija en el marco de su reconocimiento.

En un conmovedor discurso que provocó que cayeran varias lágrimas por las mejillas de Bitti, Vanesa mencionó aquellas aristas de su padre que exceden su trabajo.

“Pase lo que pase, mi papá siempre está, aunque debo decir que nos merecíamos pasar más tiempo juntos. Fue corta nuestra convivencia, a mis 13 años mis padres decidieron que nuestro destino sería Córdoba, pero obviamente papá nunca llegó”, recordó.

Agregó que “así y todo, nunca dejó de estar presente en los momentos importantes, físicamente o con un llamado. De mi infancia tengo los mejores recuerdos”.

En ese sentido, ahondó en el particular vínculo que tenía tanto con ella como con Telma: “Pasó una vida de idas y venidas. Mi mamá quería que se mudara a Córdoba  y mi papá no sabía decir que no se iba a ir nunca de Piedra Buena y se salió con la suya”.

Sin embargo, y tras halagar su rol como padre, Vanesa no pudo evitar criticarle “su vida sentimental”. “Se ve que su corazón vale por 1000 y más de una vez hizo lo que no debía con mi madre”, dijo.

“Mi madre tenía la mala costumbre de dejarlo pasar, cosas de pareja en las que nunca estuve de acuerdo. Agradezco haber sido solo su hija, si me hubiese tocado de esposo, no hubiese llegado a este homenaje”, bromeó.

De todas maneras, hizo hincapié en que el médico acompañó a Telma “hasta sus últimos suspiros y a su forma la amaba mucho”.

“No puedo pedirle más a alguien que siempre me dio todo, lo que no pudo con su presencia, lo suplantó con cosas materiales. Su prioridad fue y sigue la medicina”, esbozó su hija.

Esta afirmación es innegable ya que el médico, conocido como “el loco Bitti”, aún ejerce su profesión. Justamente, sigue entrando al quirófano cada vez que lo invita el doctor Triputti.

Luego de 50 años actualizándose mediante congresos, cursos y jornadas, llegó a consolidarse como el médico con mayor trayectoria en toda la provincia.

Otro importante logro tendrá lugar el 16 de noviembre, cuando reciba el diploma de miembro emérito en el 93° Congreso Argentino de Cirugía de la mano de la Asociación Argentina de Cirugía. Será el primer médico de Santa Cruz y uno de los pocos en el país en obtenerlo.

“Es una emoción enorme, agradezco a mis hermanas, mi hija, mi nieto, a todos los maestros de la cirugía que me enseñaron, a mis colegas que me siguen ayudando y me permiten que yo lleve pacientes al hospital y siga trabajando”, enfatizó Bitti en el cierre de su homenaje en el CAPS que lleva su nombre.

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