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La Justicia de Puerto Deseado continúa trabajando meticulosamente en un delicado caso que conmociona a la localidad: la muerte de un bebé de apenas ocho meses.

El lamentable episodio, que en estos momentos es materia de investigación, ocurrió en la madrugada del 26 de julio pasado, cuando una joven pareja llegó al hospital de la localidad portuaria con su hijo en brazos.

Los padres, de 18 y 20 años, indicaron a los profesionales de la salud que el bebé se había caído de la ducha mientras lo estaban bañando y, a raíz de eso, se golpeó la cabeza. Lamentablemente, pese al trabajo realizado por los médicos, se certificó el deceso.

En el fin de semana se practicó la autopsia al cuerpo de la criatura y, en torno a los resultados preliminares que determinarán la causa de fallecimiento, existe un completo hermetismo. De igual manera, este diario pudo saber que el Cuerpo Médico Forense solicitó nuevos estudios y el cuerpo del bebé aún permanece en la morgue.

En el mismo sentido, el Juzgado de Instrucción que lleva adelante la investigación, actualmente subrogado por Jésica Hernández, solicitó un allanamiento en la casa donde habría ocurrido el accidente. El allanamiento se realizó en la tarde del domingo y fue ejecutado por la Policía, que secuestró los teléfonos de los padres. Cabe recordar que ellos fijaron domicilio en relación con la causa caratulada como “muerte dudosa

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