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El juicio por la muerte de una joven policía madre de dos menores de edad en Río Gallegos llegó a su fin y, durante el fin de semana, las partes evaluarán todo lo actuado durante el debate para presentar sus fundamentos y pedidos de pena.

Se trata del caso de Soledad Maidana, integrante del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) que murió a raíz de las lesiones que sufrió tras un choque ocurrido en el corazón del barrio Fátima de la capital de Santa Cruz.

Soledad Maidana era madre de dos menores de edad. FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL

Todo se remonta a la mañana del 22 de febrero del 2024 cuando en las frías calles de Río Gallegos, una camioneta Toyota Hilux embistió a un Volkswagen Bora en el que Soledad viajaba como acompañante. El rodado de mayor porte era guiado por Ivar Martens quien, entre el miércoles y este jueves, fue enjuiciado en las instalaciones de la Cámara Oral.

Ivar Martens, con muletas, siendo trasladado de un patrullero a la sala contigua de la Cámara donde siguió el juicio. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Entre la tarde del miércoles y la mañana del jueves, Martens no estuvo presente en la sala de juicio de la calle Malaspina 41, sino que escuchó todo lo que se planteaba desde una sala contigua. Sus abogados defensores, Jesús Moroso y Héctor Rippa, fueron quienes lo representaron ante el tribunal conformado por María Alejandra Vila, Yamila Borquez y Marcelo Bersanelli.

Parte de la prueba fue exhibida en la sala de juicio. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

En el recinto estuvieron la fiscal Verónica Zuvic, el abogado querellante Gabriel Giordano y los representantes de los demandados civiles, Santiago Pintos y Juan Miguel Litvachkes, además de los seres queridos de la víctima fatal en este incidente.
En el último tramo del juicio declararon testigos presenciales del suceso y peritos que trabajaron en la instrucción del caso, quienes arrojaron más luz al hecho debatido, desde profesionales en psicología hasta especialistas que realizaron las pericias del incidente.

Los testimonios

Por ejemplo, uno de los trabajadores de seguridad del boliche que viajaba en el Bora junto a Soledad comentó que, hasta el día de hoy, tiene secuelas psicológicas y físicas: cuatro costillas rotas y lesión de pelvis. Conmovido, contó que recuerda muchos gritos. “Los dolores los sigo teniendo, la pasé muy mal”, aseguró.

Uno de los trabajadores de seguridad mientras daba su testimonio. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Otro de los ocupantes de ese rodado relató que “escuché dos frenadas, pero una pudo ser por el derrape, eran como chirridos. Me acuerdo de ver a Soledad y que su cuerpo cayó hacia un costado, pensé que estaba desmayada”, expresó, mientras se veía a Mónica Luna, madre de la joven fallecida, entrar en llanto como en tantas oportunidades durante el debate.
“Después de ayudar a mis compañeros, me senté en la vereda, sentí el frío y después no me pude mover más, me dolía todo”, recordó el hombre, quien actualmente dijo que no siente tener secuelas físicas por el caso.
La intervención controvertida de otro testigo fue advertida por María Alejandra Vila porque rozó el falso testimonio. Se trata de uno de los jóvenes que iba en la camioneta con Martens. Este joven dijo que en la camioneta “íbamos bien, íbamos tranquilos, yo iba conversando con Martens. La música no era tan fuerte, se podía hablar”, algo que en varias partes no coincidía con lo relatado por otros testigos ni con lo que había declarado en primera instancia.

Uno de los testigos mientras respondía preguntas de la defensa. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Este joven además comentó que a una de sus tías le había confesado que había sacado a Martens del rodado para luego dejarlo tendido en la vía pública y huir con un familiar suyo, para presentarse después ante la justicia al día siguiente, tras haber sido reprendido. La exposición del joven dejó a todos los presentes algo sorprendidos en la sala y se llegaron a levantar algunas cejas por lo contradictorio de la exposición.

Estrategia

Algunos testimonios relevantes del juicio fueron los propuestos por la defensa que dieron cuenta de, posiblemente, la estrategia que Moroso y Rippa llevan adelante de cara a los alegatos.
Ambos abogados, con pasado en las fuerzas de seguridad, conocen al pie de la letra algunos protocolos que fueron mal realizados por la Policía durante la instrucción.

La declaración de dos agentes fue clave para robustecer la posibilidad de que caigan algunas pruebas, como los videos secuestrados en la investigación de la causa. Es que, cuando fueron sentados frente al tribunal, los efectivos quedaron expuestos al verse que no habían respetado el protocolo para la cadena de custodia de evidencia digital de los videos que mostraban a la camioneta circulando a alta velocidad en la previa al lamentable desenlace.

Postal de la sala mientras se realizaba el debate. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL


Según el testimonio de los agentes, por ejemplo, uno de los videos fue pasado por WhatsApp sin dejar constancias del mismo. La defensa podría plantear que esos registros podrían ser de cualquier camioneta, tratarse de otra jornada o incluso haber sido introducidos de manera irregular.

La fiscal Zuvic, al darse cuenta de la maniobra de los abogados, fue perspicaz y consiguió una respuesta clave: que los agentes no tenían intereses particulares en esta causa, por lo que se puede inferir que solo realizaron su trabajo de la mejor manera que pudieron hacer.
También dio su testimonio, a través de videollamada, una médica de una clínica privada ubicada a pocos metros de la esquina donde ocurrió la tragedia y fue una de las primeras en asistir a los involucrados tras el choque.

Verónica Zuvic, fiscal, durante el juicio. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL


Ella comentó que trasladaron a un joven (Ivar) al centro asistencial tras haber sido alertada por DV, la testigo que iba en la camioneta del acusado, y no aportó mucha más información que ubicar en tiempo y espacio a los involucrados en el hecho.

Psicólogo

Uno de los testimonios de este jueves fue el de Gastón Mendicoa, perito del Cuerpo Forense, quien opinó sobre algunas cuestiones vinculadas a la presunta automatización con la que conducía Martens al momento del hecho. “Los automatismos se dan en la previa, pero este no fue el caso; la conducta era voluntaria, la de manejar”, indicó.
En otro tramo de su alocución, el profesional incluso llegó a filosofar en relación al estado psicológico de los seres queridos de Soledad Maidana, ya que realizó -junto a dos peritos de parte- la pericia a los padres en los últimos días.

Mónica Luna sosteniendo un cartel con la cara de su hija. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Los sentimientos de desesperanza, el estrés postraumático, no se pueden sobrellevar; la pérdida no se supera, pero se puede hacer activa. Por ejemplo, con Organizaciones No Gubernamentales, transformar lo pasivo en activo. La calidad de vida baja indefectiblemente, mucho más si se trata de una muerte traumática como fue esta”, expresó haciendo referencia a, por ejemplo, a las “Familias del dolor“, un grupo de personas que perdió seres queridos en sucesos violentos.
Como dato, entre el público estaba Mabel Maidana, madre de Brianna Matulich, la joven que perdió la vida tras ser atropellada por Esteban González, condenado a doce años de prisión por el crimen. Mabel se vio visiblemente conmovida al oír a Mendicoa, posiblemente por sentirse interpelada al tener los mismos sentimientos que los Maidana.

¿Cómo murió Soledad Maidana?

Para concluir la etapa de valoración de pruebas, llegó el turno del especialista Francisco Echandí. El profesional del Cuerpo Médico Forense dio una clase magistral sobre su intervención al realizar la autopsia en los restos de la joven madre.

En la previa a la intervención de Echandi, la presidenta del tribunal invitó a las personas que fueran impresionables a retirarse del recinto ya que se proyectarían imágenes crudas del trabajo realizado por el profesional. Todos los seres queridos de Soledad decidieron quedarse sentados, unidos en abrazos junto a los carteles que llevaron en las dos jornadas.

Echandi durante su alocución. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Ninguno miró las imágenes sino que estuvieron de espaldas a lo proyectado en una de las paredes del recinto. Mónica Luna, fue la que estuvo más conmovida y debió ser abrazada por sus hijos para soportar tan cruda situación. Solo Luis Maidana, padre de Soledad atinó a mirar algunas veces a lo proyectado, posiblemente para poder entender la ciencia detrás de la pérdida irreparable de su hija.
En una exposición escueta en relación con otras causas donde trabajó, pero sumamente clarificadora, Echandí comenzó explicando las lesiones que presentó el cuerpo de Soledad, tales como algunas en la zona del abdomen y en las piernas. “Estas secuelas son producto de una alta transferencia energética”, comenzó relatando el profesional.

Mabel Maidana, madre de Brianna Matulich dejó caer algunas lágrimas. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Habló también de hemorragias en los pulmones, una hemorragia en el bazo y un déficit de oxígeno como uno de los sucesos fisiológicos que presentó el cuerpo, como también una anoxia pulmonar.
La causa del deceso de la joven fue una fractura en la base del cráneo producida por una alta transferencia de energía, tal como sufrió Rodrigo “Cokito” Oyarzo, un joven mecánico que perdió la vida en un siniestro similar en marzo del 2023, es decir, por un “latigazo” sufrido a raíz del fuerte choque.
En el caso de “Cokito”, Echandi contó con mucha más información de otras áreas que trabajaron en la instrucción, algo que lamentó Echandí, ya que solo se atuvo a lo que pidió el juzgado, que fue determinar la causa y la mecánica del hecho que terminó con la vida de Soledad.

Lo que viene en el juicio contra Ivar Martens

De esta manera concluyó el debate de valoración de pruebas y el tribunal dispuso que los alegatos se den a conocer el próximo lunes, debido a que para la jornada del viernes hay otro juicio en agenda. Así, todas las partes intervinientes tendrán unas 72 horas para preparar sus fundamentos y eventuales pedidos de pena para el acusado.

Los jueces Yamila Borquez, María Alejandra Vila y Marcelo Bersanelli. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

De no mediar inconvenientes ni contratiempos, como ocurrió con la condena a Roberto Neil este mismo mes, cuando se paralizaron los tiempos procesales debido al temporal que azotó la provincia, la sentencia contra Martens se conocería el 9 de diciembre, teniendo en cuenta el feriado por el Día de la Inmaculada Concepción de María, aunque esto está supeditado a lo que disponga el Gobierno Nacional que, por estos días, evalúa realizar un nuevo fin de semana largo para fin de año.

EN ESTA NOTA Ivar Martens

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