El 1 de junio, Ivana Acosta, una mujer policía de 36 años fue hallada muerta en su vivienda del barrio 499 de Río Gallegos. La mujer se encontraba en el domicilio ubicado en el pasaje San Ceferino, junto a su hija y su expareja cuando se produjo la detonación del arma reglamentaria que le provocó la muerte.

Un mes después su familia la pudo velar en Pampa del Indio, un pueblo de Chaco, ubicado a 220 kilómetros de la capital, Resistencia. Fue luego de que finalizaran los estudios de la autopsia al cuerpo de la joven.

A más de dos meses del hecho, que la Justicia investiga para descartar o confirmar que se trate de un femicidio, La Opinión Austral pudo saber que la jueza Rosana Suárez ordenó varias medidas de prueba que están pendientes, entre ellas, el barrido electrónico de las muestras de la occisa, una autopsia psicológica y la pericia médico legal que está fijada para fin de mes. Además, también está prevista la realización de pericias balísticas y testimoniales.

De acuerdo a lo que estiman los investigadores, en septiembre llegarían los primeros resultados y allí tendrán un panorama más completo de lo que sucedió.

Ivana era fanática de River Plate.

Para  Alfredo Acosta, padre de quien fuera miembro de la Policía Federal, no se trató de un suicidio, y cree que hubo algo más allá de la relación que mantenía con su expareja, especialmente vinculado al embarazo de dos meses que cursaba su hija: “Hay testigos, amigos y amigas de Ivana van a declarar y decir cómo trataba ese hombre a mi hija”, apuntó hace un mes en una entrevista cedida a La Opinión Austral.

El flyer pidiendo justicia por Ivana que hizo circular su familia.

Aseguró que su hija tenía “miedo” de comentarle a su expareja que estaba embarazada. “‘Cuando le diga lo del embarazo me va matar’, fueron las textuales palabras de Ivana a dos o tres conocidos y amigos de ella”, relató el hombre.

La relación entre Ivana y su expareja

Acosta contó a LOA que su hija había estado en una relación de aproximadamente más de dos años. “Lo conocí a él y lo vi tres o cuatro veces en la casa de ella, me parecía un tipo tranqui”, mencionó.

“Se separaron porque él repentinamente cambió de carácter, eso me dijo Ivana por WhatsApp en el mes de enero”, indicó. “Me decía que venía a la casa mal de humor, levantando la voz y varias veces volvía a salir de paseo con su ex”, dijo.

“Ella creía que había encontrado a su compañero de toda la vida, y cuando la armonía de la pareja desapareció me dijo: ‘Papá este boludo cuando quiero hablar de los trabajos nuestros, de la casa, se levanta y se va dando un portazo’”, recordó Alfredo sobre charlas que tenía con su hija.

Con pesar, el hombre también expresó: “Ella le abrió su corazón a un hombre que para mi estaba acostumbrado hacer esto, de vivir a costilla de quién fuera su pareja”.

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