Un riogalleguense protagonizó un violento accidente de tránsito pasada la medianoche.

Afortunadamente, pese a la magnitud del incidente, no resultó con lesiones. Asimismo, su vehículo, quedó severamente dañado.

Todo sucedió cerca de las 00:30 horas en la avenida Asturias de la capital santacruceña. Por allí se desplazaba un conductor, de 41 años, a bordo de su Renault 9 color gris, con dirección hacía la Autovía 17 de Octubre.

Según indicaron fuentes consultadas por La Opinión Austral, una de las cubiertas del rodado se le pinchó, provocando que perdiera el control del rodado y derrapara, hasta cruzarse de carril y llegar hasta la banquina, en donde el vehículo, dio varios tumbos y quedó con sus cuatro ruedas apuntando al cielo.

El automóvil quedó volcado a unos 500 metros de donde se ubica la rotonda para ingresar al barrio San Benito.

Automovilistas que pasaron por el sector dieron aviso a la Policía y de inmediato una comitiva de la Comisaría Séptima llegó al lugar, tras ser alertados por sus pares del Comando Radioeléctrico.

Cuando las autoridades llegaron al lugar se toparon con el vehículo dado vuelta y al conductor -único ocupante del rodado- atrapado en el habitáculo. Si bien no tuvo lesiones de consideración, estaba evidentemente aturdido y shockeado por el accidente y no podía salir por su cuenta.

Los policías pudieron auxiliarlo y sacarlo del auto sin complicaciones.

No hubo necesidad de requerir el apoyo del Grupo Especial de Rescate y Salvamento (GERS) de Bomberos, área especializada que trabaja en siniestros viales con personas atrapadas entre los hierros.

Minutos después llegó al lugar una ambulancia para atender al hombre. Fue revisado allí mismo por los profesionales médicos del Hospital Regional y se pudo constatar que no revestía heridas de ningún tipo.

Más tarde, fue convocado el personal de la Dirección de Tránsito Municipal.

Los agentes del área comunal controlaron la documentación al conductor y propietario del Renault 9, además de practicarle el test de alcoholemia pertinente, el cual arrojó resultado positivo.

Como consecuencia de ello, el vehículo debió ser secuestrado por las autoridades en una grúa.

Por la avenida Asturias la velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora. Se presume que el conductor iba infringiendo esta reglamentación lo que, sumado a su estado etílico y obviamente al desperfecto mecánico en uno de sus neumáticos, hizo que no pudiera controlar su automóvil, despistara y terminara volcando a la vera de la calzada.

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