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El fuerte temporal de viento que atravesó Santa Cruz durante este sábado volvió a poner a prueba la capacidad de respuesta de los equipos de emergencia. Con ráfagas que en algunos sectores superaron los 100 kilómetros por hora, el fenómeno obligó a múltiples intervenciones de Bomberos en distintos puntos del territorio provincial y motivó la emisión de una alerta amarilla por parte del Servicio Meteorológico Nacional, que abarcó el sur y todo el oeste santacruceño.

De acuerdo al informe oficial del organismo nacional, la región fue afectada por vientos intensos del oeste y sudoeste, con velocidades sostenidas de entre 40 y 60 km/h y ráfagas que, de manera puntual, alcanzaron o incluso superaron los 100 km/h. Estas condiciones generaron complicaciones tanto en zonas urbanas como en sectores periurbanos y rutas, incrementando el riesgo de voladuras, incendios y accidentes.

Uno de los datos más relevantes de la jornada se conoció tras el temporal, cuando la Superintendencia de Bomberos de la Policía de Santa Cruz difundió un reporte consolidado de intervenciones en toda la provincia. El balance da cuenta de una jornada particularmente exigente para el personal, con un total de 22 salidas por distintas emergencias vinculadas directamente al viento.

Un bombero asegurando un techo en la Cuenca Carbonífera. FOTO: POLICIA SANTA CRUZ

Según el informe oficial, la zona más afectada fue Río Gallegos y su área de influencia, donde se registraron 15 intervenciones. Allí, el viento provocó incendios de pasturas y reiteradas voladuras de techos, lo que demandó un trabajo constante para reducir riesgos y evitar consecuencias mayores en barrios residenciales. La combinación de ráfagas intensas y materiales sueltos generó escenarios de alto riesgo, especialmente en sectores abiertos y periféricos.

En la Cuenca Carbonífera, la situación también fue compleja. En Río Turbio, personal de la División Cuartel 9 debió acudir a distintos puntos de la localidad, principalmente en los barrios Eva Perón y Las Lengas. En uno de los casos, los bomberos trabajaron en altura para asegurar un techo ubicado en un primer piso, mientras que en otro realizaron una intervención preventiva para fijar una estructura comprometida por el viento y evitar desprendimientos.

Una estructura vencida por el viento en El Calafate. FOTOS. POLICÍA SANTA CRUZ

Un operativo similar se desarrolló en 28 de Noviembre, donde efectivos del Cuartel 14 intervinieron sobre la Avenida San Juan Bosco al 1300, tras la voladura parcial del techo de un galpón. Ante el riesgo inminente, se optó por el desarme preventivo de la estructura y el aseguramiento de los materiales en un sector seguro, reduciendo así el peligro para vecinos y transeúntes.

En la zona cordillerana y en El Calafate se contabilizaron seis intervenciones, de acuerdo al reporte de la Superintendencia. Allí se registraron focos ígneos en cañadones y diversas asistencias preventivas. En el barrio Linda Vista, una vivienda ubicada en la intersección de Luis del Carmen Muñoz y Antonio Aguilar sufrió el desprendimiento total del techo, que quedó sostenido de manera precaria por un poste. La dotación del Cuartel 21 aseguró el área y procedió luego al desarme controlado de la estructura, separando las chapas para evitar que el viento las desplazara.

También en El Calafate, el personal intervino de manera preventiva en el barrio Manantiales, donde se reportó un cable suelto frente a una vivienda. Tras la inspección, se constató que se trataba de un conductor de fibra óptica, que fue cortado y asegurado al tendido para eliminar riesgos. Desde Bomberos recordaron la importancia de no manipular cables caídos y de dar aviso inmediato a los servicios de emergencia.

Una autobomba en la zona en la que un cable se había caído. FOTO: POLICÍA SANTA CRUZ

En la zona norte, Caleta Olivia registró una intervención, puntualmente sobre la Ruta Nacional Nº3, en el acceso norte de la ciudad. Allí, la División Cuartel 5 trabajó sobre el techado de la garita de Bromatología, que presentaba desprendimientos. La tarea incluyó el anclaje de chapas y el retiro de materiales peligrosos para garantizar la seguridad de quienes circulan por ese sector clave de la ciudad.

El reporte oficial indicó que en las zonas 3 y 5 no se registraron intervenciones, aunque se mantuvo la vigilancia preventiva ante la persistencia del viento. En ese marco, desde la Superintendencia de Bomberos reiteraron una serie de recomendaciones vitales para este tipo de condiciones climáticas, entre ellas la prohibición absoluta de quemar basura o realizar limpiezas con fuego, ya que una chispa puede volverse incontrolable en cuestión de segundos. También se insistió en asegurar chapas y objetos sueltos en viviendas, apagar completamente colillas o brasas con abundante agua y evitar circular o permanecer en zonas con árboles ante el riesgo de caída de ramas.

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