En la cuarta jornada del juicio por el crimen del comerciante, declaró Patricia A., señalada por la defensa como “la otra viuda“, una mujer que se presentó como amiga de toda la vida de Vicente con quien habría mantenido una relación hasta su último día de vida.

“ESCENA DE AMOR EN PLENO JUICIO”

“Él no era de hablar de sus cosas personales, era muy reservado el Gallego (apodo con el que mucha gente lo conocía); desde hace un tiempo, más o menos dos años, que empezó a abrirse conmigo, no sé por qué lo hacía”, reflexionó al tiempo que declaraba ante los jueces.

 

Patricia A. aseguró haber llamado tres veces a Casa Maillo, local de la familia, en las horas previas al asesinato. Según relató, en el tercer intento alguien atendió y antes de cortar le dijo: “Se van a quedar con las ganas de viajar”.

 

El supuesto mensaje hacía referencia a un viaje a Brasil que Vicente le había regalado a sus empleados para festejar el aniversario del negocio familiar. “Lo notaba agobiado. Me había dicho que no quería ir con ella, que iba a cortar la relación después de viajar”.

 

También, en una de las últimas charlas que mantuvo con él, le habría comentado que las cosas no iban bien con José Maximiliano, su hijastro que trabajaba en el comercio. “‘No tiene ganas de aprender y encima me afana plata’“.

 

Poco después de concluir la declaración, la defensa inició una serie de preguntas de carácter personal. Le preguntaron cuántas veces y en qué horarios veía al comerciante y ella aseguró que en algunos casos lo veía después de la una de la madrugada, aunque se defendió diciendo: “Algunas veces sola y a veces con mi marido“.

 

La mujer aportó el número de teléfono que tenía en ese momento (y que continúa siendo el mismo) y se revisó el registro de llamadas a Casa Maillo en la mañana del 16 de noviembre. Ninguna de ellas vino del celular de la mujer, por lo que la Fiscalía dio lugar al pedido de la defensa y la mujer fue imputada por “falso testimonio”.

 

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