Un curioso hecho de robo se registró en horas de la noche del jueves en Río Gallegos y desencadenó en tres detenciones y tres órdenes de allanamiento en viviendas del barrio Gaucho Rivero.

De acuerdo a la información recabada por La Opinión Austral, cerca de las 20 horas del jueves, un joven encapuchado y con barbijo ingresó a la fiambrería La Parada, emplazada en la calle Alvear al 1700. Luego de amenazar a la empleada con un arma de juguete, se apoderó de la caja registradora y huyó, primero por la calle antes mencionada y luego por Ayohuma.

El dinero que había en la caja era poco. La encargada ya había hecho el cierre y había dejado unos tres mil pesos de cambio para el día siguiente. De igual manera, llamó a la Policía y el personal de la Seccional Cuarta comenzó las averiguaciones para esclarecer el delito que, en principio, se trataba de un “robo agravado con arma de fuego“.

Las cámaras de seguridad con las que cuenta la fiambrería y de lugares aledaños fueron esenciales a la hora de desentramar el robo, identificar a los autores e individualizar el auto en el que se movían. Fuentes policiales consultadas por LOA indicaron que el ladrón no actuó solo, sino que -antes de entrar al local- un secuaz hacía las veces de “campana” en la puerta. Asimismo, gracias a las cámaras de seguridad se estableció que quien se llevó la caja tenía unas zapatillas algo particulares (unos cordones muy llamativos) y un barbijo blanco.

 

Revisando las cámaras, los investigadores dieron cuenta de la fuga del ladrón, quien desapareció cuando se subía a un Fiat Punto, en la calle Ayohuma, y se sentaba en el lado del acompañante. Con ese dato, la Policía abrió las claves de averiguación de paradero para ese rodado, que era de color blanco, que tenía unos calcos, y un detalle en su parte trasera.

Cerca de las dos de la madrugada, el Comando Radioeléctrico dio cuenta de un auto de similares características circulando en cercanías del Hospital Regional. Mientras los efectivos comenzaron a seguir de manera sigilosa al Punto, le daban aviso a sus pares de la Comisaría Cuarta.

Finalmente, el auto fue interceptado en la calle Mendioroz al 100 y grande fue la sorpresa de los agentes al dar cuenta que el sujeto que había hecho las veces de “campana”, también era un testigo falso. Él había sido entrevistado por la Policía tras el robo y, como tiene apellido compuesto, solamente había dado uno de ellos.

El Juzgado de Instrucción de turno ordenó la detención de los jóvenes de entre 22 y 26 años y una requisa vehicular. En el habitáculo del Punto encontraron la gorra y el barbijo que utilizó el ladrón, y algunos pesos. Aunque los malvivientes fueron detenidos, hasta ese momento no había aparecido el arma.

En el mediodía de ayer, se hicieron allanamientos en casas de la calle Alvear al 2800, Aristizábal a la misma altura y en la calle Prefectura Naval. En la primera morada fue encontrada el arma de fuego que, finalmente, se determinó era de juguete. Además se encontró un poco más de dinero, no así la caja registradora del comercio.

Cumplidos los plazos legales, los delincuentes recuperaron su libertad.

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