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El juicio por el crimen de Franco Cuevas, ocurrido el 2 de junio de 2023 en una concesionaria del barrio Del Carmen, entra en su etapa final. Este jueves, en el Tribunal Oral de Santa Cruz, se escuchan los alegatos de la Fiscalía, la defensa y la querella, en una jornada que podría definir la condena de Roberto Neil, de 44 años, acusado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.
La querella, representada por Jorge Trevotich y Rosa Zúñiga, madre de la víctima, solicitó al tribunal que se condene a Neil por homicidio agravado por alevosía y codicia. Trevotich, como querellante adherente, no pudo pedir una pena específica, pero afirmó ante el tribunal que Neil “fusiló” a Franco Cuevas, haciendo hincapié en la gravedad del hecho.
“Fue un homicidio con dolo y alevosía”
El abogado Jorge Trevotich, representante de la familia Cuevas como querellante adherente, coincidió con la acusación fiscal, pero fue más allá al sugerir que los hechos “incluso podrían encuadrar en un homicidio agravado por alevosía o codicia”.
“Yo considero que a lo largo del debate la figura de homicidio simple calificado por el uso de arma queda corta frente a lo que se probó. Esto perfectamente puede caber en el artículo 80 del Código Penal, inciso 4°, por codicia o incluso por alevosía”, sostuvo.
Trevotich recordó que el conflicto entre Neil y Cuevas surgió “por una disputa económica vinculada a la casa que hoy está en proceso de desalojo, al lado del local del acusado”.
“Neil actuó en representación de otro, pero con un interés directo: eliminar el obstáculo que significaba la familia Cuevas en ese conflicto inmobiliario. Todo lo que hizo demuestra una planificación previa”, afirmó.
“Llevó a la víctima al punto ciego de las cámaras”
El querellante reconstruyó la secuencia previa al crimen con una hipótesis inquietante: “Neil sabía perfectamente cuáles eran los puntos ciegos de las cámaras de su comercio. Fue a buscar el arma y condujo a Cuevas, mediante la discusión, hacia ese sector. Cuando lo tuvo ahí, le disparó los cinco tiros que tenía disponibles.”
Para Trevotich, los informes balísticos y criminalísticos descartan cualquier forcejeo o disparo accidental.
“Ningún disparo fue a quemarropa. Todos fueron realizados entre 20 y 100 centímetros de distancia, según pericias reconocidas internacionalmente como la técnica de Walker. Eso demuestra que no hubo lucha, sino una ejecución.”
El abogado también desestimó la hipótesis presentada por la defensa a través de un testigo “supuestamente especializado”:
“Escuchamos a un señor Rodríguez, que dijo haber creado su propia ciencia, pero que ni siquiera figura en Google. Saca conclusiones de un sector que las cámaras no registran y dice ver un arma que nunca existió. Es descabellado.”
“Las pruebas lo condenan”
Trevotich repasó los resultados de las distintas pericias que coincidieron en que todos los disparos provinieron del arma de Neil y que el ADN hallado en ella era 100% del imputado y 0% de la víctima.
“Si ambos hubiesen forcejeado, habría rastros de ADN de Cuevas en el arma, pero no los hay. Fue Neil quien tuvo el arma todo el tiempo y disparó con ambas manos, lo que demuestra control y decisión. Disparó para matar, no para defenderse.”
Según el querellante, las trayectorias de los disparos confirman además la indefensión de la víctima: “Uno de los tiros ingresó por la axila derecha y quedó alojado en la nuca. Es un disparo hacia arriba, que sólo puede haberse hecho cuando Cuevas ya estaba en el piso. Ese último tiro fue de fusilamiento.”
Trevotich terminó su alegato con una frase contundente: “Neil debe ser condenado por el homicidio de Franco Cuevas, cometido con dolo y, a mi criterio, debe tenerse en cuenta que existió alevosía por la indefensión de la víctima. Incluso se tiene que tener en cuenta el móvil por el que lo mata a Franco Cuevas: una disputa económica por la casa que vale escasamente 50. 000 dólares y que queda al lado de su local comercial”, concluyó.
La Fiscalía pidió 11 años por homicidio calificado
Por su parte, la Fiscalía sostuvo que se trató de un homicidio calificado por el uso de arma de fuego. Los fiscales descartaron que se tratara de un exceso de legítima defensa y remarcaron que Neil podría haber evitado la muerte de la víctima. Según la acusación, el imputado recuerda todos los detalles del hecho, excepto los disparos, y por ello solicitan 11 años de prisión.
Ausencia de la familia Cuevas en el juicio
La familia de la víctima, en gran parte, no asistió al juicio; únicamente estuvo presente la madre. Los familiares se encuentran reunidos en la intersección de French y Congreso, ya que a las 12 del mediodía está programado el desalojo de la vivienda de Zuñiga.
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