Fue la denuncia de un vecino ofuscado por el gran movimiento de clientes que ingresaban y salían de la vivienda la que alertó a efectivos de Carabineros que llegaron a un cabaret clandestino ubicado en Mardones 465, en la población Williams, en Punta Arenas.

 

Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con varias trabajadoras sexuales que presuntamente vendían cocaína fraccionada y otras sustancias. En simultáneo, las fuerzas de seguridad “reventaron” otro lugar en calle José Robert 447 donde funcionaba un enorme invernadero de marihuana con 154 plantas de cannabis sativa que eran vigiladas por un hombre especialista en botánica.

 

Allí, también hallaron 66 bolsas dosificadas de nylon transparente, cada una con 0,8 miligramos de cocaína, más un trozo blanco cristalino, con un peso total de 360 gramos 400 miligramos, según consignó La Prensa Austral.

 

En la causa quedaron detenidos la presunta madama identificada como María Susana de las Mercedes Navarro, Jonathan Bustamante Puchi y Fernando Puchi Riquelme. Todos quedaron a disposición de la Justicia por decisión del fiscal Wendoline Acuña que los imputó como autores de los delitos de tráfico ilícito de drogas y de plantación, cultivo y cosecha, sin autorización, de cannabis sativa.

 

La principal acusada no se negó a hablar y hasta ofreció detalles del negocio de drogas que habría iniciado para reinventarse y dejar atrás la prostitución. Según detalló, el mecanismo de distribución de cocaína y marihuana se realizaba a través de taxistas que repartían las bolsas en diferentes puntos de la ciudad.

 

En total, secuestraron 451 dosis de clorhidrato de cocaína por un valor cercano a los 12 mil dólares (9 millones de pesos chilenos) y 154 plantas de sativa. 

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