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Este jueves no fue uno más para una familia del barrio Belgrano de Río Gallegos. Cerca de la una de la tarde una brasa perdida de un asado por Navidad llegó a una morada emplazada en la calle Ayohuma y, a raíz de ese incendio, una familia quedó con lo puesto.
Se trató de un incendio que terminó con daños materiales totales. Tal como lo informó La Opinión Austral, las llamas avanzaron rápidamente sobre una morada de material ligero que estaba ubicada en la parte posterior del terreno que, por estas horas, ya fue removida por las autoridades y que solo dejó algunos escombros y una aureola negra donde antes había un hogar conformado por una pareja y su hija menor de edad.
Por el caso, cuatro personas debieron ser trasladadas al centro asistencial. Junto a la familia estaba una de las hermanas de las víctimas. “Nosotros estábamos durmiendo cuando pasó todo” recordó este viernes Emanuel, padre de la familia cuando un equipo de La Opinión Austral llegó hasta Capitán Giachino 585, domicilio de un familiar donde están parando y recibiendo donaciones para poder volver a ponerse de pie.
Emanuel se hizo presente delante de la casa junto a Antonella, su pareja y ambos pidieron no ser capturados por la cámara de La Opinión Austral. “Es mucho espamento (sic)”, dijo en relación a que podría ser muy exagerado, aunque solicitaron que en la nota se remarque que la dirección donde se están recibiendo las colaboraciones.
Emanuel fue el más afectado en el incendio ya que sufrió quemaduras en la zona del tríceps derecho. “Creo que me cayó una chapa que estaba caliente” indicó mostrando el brazo completamente cubierto de gasas y agregó: “me tengo que ir a hacer curaciones”, en relación a como continuará el cuidado de sus heridas.
Antonella, algo cabizbaja contó como están después del incendio: “perdimos todo, salimos con lo puesto, no teníamos ni zapatillas” expresó y, pese a la situación que les toca atravesar, hasta sonrió cuando fue consultada que era lo que necesitaban urgentemente: “una casa necesitamos” bromeó.
Volviendo a la secuencia que terminó con la familia sin nada, Emanuel dijo que su primera reacción fue “tratar de apagar el incendio, parecía que se podía pero después se rompió el caño de gas y ahí ya no se pudo hacer nada” lamentó. “Además justo el fuego se había puesto en una parte del pasillo, así que tuvimos que envolvernos en mantas para poder salir” comentaron los jóvenes que, pese a esta situación, se mostraron firmes y convencidos en salir adelante.
En el caso intervino el personal de la Unidad Segunda de Bomberos de la Policía de Santa Cruz, incluso estuvo presente el superintendente de bomberos, Javier Castro coordinando las tareas para la sofocación. Gracias a la labor de los agentes y de la colaboración de los vecinos, el fuego no se extendió a otras moradas.
Desde la Superintendencia de Bomberos, se emitió un comunicado por lo sucedido: “Acompañamos a la familia afectada y recordamos a la comunidad extremar las medidas de prevención en instalaciones eléctricas y sistemas de calefacción”.
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