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Luego de que la Cámara de Diputados de la Nación die media sanción al proyecto de ley de Financiamiento Universitario, el decano de la UTN Facultad Regional Santa Cruz, Sebastián Puig, habló con Radio LU12 AM680 y dio sus primeras sensaciones, además de analizar la coyuntura política y educativa actual en el país.
En primer término definió el apoyo de los legisladores “una lucecita de esperanza”, aunque remarcó que las casas de estudio siguen “viviendo al día” y dependiendo de presupuestos reconducidos desde hace dos años.
Cabe recordar que los cinco legisladores que representan a Santa Cruz en el Congreso, tres de ellos votaron afirmativamente apoyando a las universidades: tanto la radical Roxana Reyes, como la de Unión por la Patria Ana María Ianni y el legislador de “Por Santa Cruz”, Sergio Acevedo.
Sin embargo, quien volvió a votar por la negativa, al igual que en 2024, fue el diputado José Luis Garrido (Por Santa Cruz). Gustavo “Kaky” Gonzalez (UxP), estuvo ausente.
En ese sentido, valoró el respaldo que tuvo en el recinto de “casi de dos tercios de los legisladores”. “Eso habla bien de quienes integran el cuerpo, porque muestra que les importa la universidad. La gran mayoría de la ciudadanía también lo ha demostrado en las marchas y movilizaciones universitarias”, señaló.
No obstante, el decano puso en contexto que el debate se dio en medio de “vaivenes políticos”, en los que conviven negociaciones electorales, armado de frentes, presiones de gobiernos y otras disputas. “Más allá de todo eso, lo importante es rescatar que haya un compromiso por avanzar con un presupuesto universitario. Venimos con todo roto, todo desarmado, viviendo al día. Esto es como el que sale a vender medias y calzones y decide: ¿pago la luz, compro leche o compro el pan? La universidad está en esa situación”, graficó.
Puig advirtió que la falta de un financiamiento adecuado golpea no sólo a estudiantes jóvenes, sino también a trabajadores y trabajadoras que acceden a la educación en la UTN y otras instituciones. “No pedimos nada extraño. Un presupuesto es algo básico, lo mínimo para poder gerenciar, como les gusta decir ahora a algunos”, ironizó.
En este punto, apuntó contra el argumento de que el sistema educativo carece de controles. Explicó que la Facultad Regional Santa Cruz fue auditada internamente en cinco oportunidades el año pasado y ya acumula dos auditorías en lo que va de 2025. Sin embargo, remarcó que la Auditoría General de la Nación, órgano que depende del Congreso y controla a los entes descentralizados y al Ejecutivo, “no está conformada desde diciembre de 2023” y, por lo tanto, “no tiene capacidad para auditar”. “Los que dicen que quieren auditar no pueden hacerlo porque no tomaron la decisión política de que eso esté listo. Esto es toda una cuestión de mentiras”, afirmó.
En otro tramo de su nota con LU12, el decano rechazó de plano la idea de que la universidad sea un gasto: “La universidad no es un gasto, es una inversión. Si el problema fuera el equilibrio fiscal, no le sacarían las retenciones a la minería o al campo. Es una cuestión ideológica”.
También dejó en claro que el financiamiento educativo debe analizarse en conjunto con las condiciones de vida de la población: “¿De qué me sirve tener presupuesto si la gente no puede comer? ¿De qué me sirve si no pueden ir a estudiar hasta la facultad?”, se preguntó y añadió: “Esto no es sólo una cuestión de números, es una cuestión integral. Cuando no hay presupuesto, puede ser por dos razones: o porque no se tiene idea de lo que pasa, o porque se está escondiendo lo que se está haciendo”.
Sobre el cierre, Puig marcó que este paso en Diputados que ahora debe ratificarse en el Senado, debe debe servir como punto de partida para recomponer un sistema que hoy está al límite: “Es un gesto político importante, pero necesitamos que se concrete y se garantice un financiamiento estable. La universidad pública es parte del desarrollo del país y no puede seguir viviendo al día”.
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