Sucedió ayer por la mañana, cuando un contingente de obreros que venía de Zona Centro desalojó a los desocupados que mantenían un acampe afuera de la sede del sindicato en Río Gallegos. El secretario general de los trabajadores, Mateo Suarez, llegó justo para la batalla campal que terminó con un herido. (Ver video)
Un grupo de desocupados que mantenía desde el lunes un acampe afuera de la sede que UOCRA tiene en calle Alcorta, fue violentamente desalojado. Los desocupados querían trabajo, pero además denunciaban que el secretario general del sindicato, Mateo Suarez, digitaba los ingresos y beneficiaba a sus hijos.
El vocero de los desocupados es Sergio Alfaro, que tiempo atrás fue despedido de las represas, presuntamente por un intento de suicidio en el lugar, o al menos eso es lo que ayer le recriminaban los trabajadores que acompañaban a Suarez.
Los desocupados, entre ellos una mujer, habían pasado la noche afuera de la sede del gremio, pero alrededor de las siete de la mañana llegó al lugar un colectivo con obreros provenientes de Piedra Buena y de Puerto San Julián, con quienes mantuvieron un diálogo tenso para que desactivaran el acampe y permitieran que la comitiva con Suarez a la cabeza pudiera ingresar a la sede.
Ante la negativa, y aun cuando muchos de los que habían venido en el colectivo de la Zona Centro se identificaron también como desocupados, la discusión pasó a mayores y, para el momento en el que llegó el secretario general de UOCRA, ya estaban a punto de irse a las manos.
“Sos una lacra, cobarde, van a entrar todos los compañeros a trabajar a represas, pero vos no” le decía el dirigente a Alfaro, mientras otro lo acusaba de que “vos estás arrastrando a toda esta gente desocupada cuando vos la pasaste a cagar cuando te quisiste suicidar en las represas”.
En declaraciones a “En el Tintero” que se emite por Radio LU12 AM680, el vocero de los desocupados contó que ellos habían hecho una protesta “pacífica”, pero que en un momento “aparecen por detrás Mateo (Suárez) y los delegados que yo los conozco de las represas y nos corrieron con palos. Cuando me alcanzaron me patearon y pegaron, me quebraron un par de palos, me rompieron la cabeza, tengo dos tajos, cinco puntos, me fisuraron la mano izquierda, tengo la rodilla pelada. Fue mucha la paliza que me dieron”.
En el video que hizo una de las obreras, se puede ver el momento de la paliza y cómo Alfaro queda tendido en el piso, ante la mirada azorada de tres policías que no atinaron a nada más que llevarlo al hospital en el patrullero, mientras alguien les gritaba “¿por qué no los detuvieron?”. La diferencia numérica entre policías y obreros de UOCRA era abismal, sin embargo resultó curioso que no se solicitaran refuerzos, teniendo en cuenta que la sede está a escasos metros de Casa de Gobierno y de la Jefatura de Policía.
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