Las elecciones en Tierra del Fuego que se disputarán este domingo 14 de mayo tienen la particularidad de hacer convivir el sistema de “tachas” para la elección de los 15 diputados provinciales y el de “preferencias” para elegir a los diez concejales municipales de la ciudad de Ushuaia.

Ambas modalidades fueron concebidas para romper con las denominadas “listas sábanas”, ya que permiten alterar el orden original de las boletas presentadas por los partidos políticos para la elección, pero su aplicación práctica y su reglamentación al cabo de los años terminó por generar discusiones y controversias legales, según admitieron fuentes de la Justicia Electoral.

El “sistema de tachas” incluido en el texto de la Constitución fueguina se utiliza en forma exclusiva para la elección de los legisladores provinciales, y consiste en la potestad del elector de tachar con una lapicera que provee el presidente de mesa, a los candidatos de la lista que no sean de su agrado.

El mecanismo establece que si la cantidad de boletas con tachas de una lista determinada supera el 50% de los votos recibidos por esa boleta, el orden de la nómina se reordena con los candidatos más tachados al final de la lista.

La realidad es que las tachas “pocas veces se activan” porque las distintas gestiones legislativas fueron “subiendo el piso” que “antes era mucho menor”, y en los últimos comicios “ninguna lista llega al 50%, con lo que sigue en vigencia la lista sábana”, reconoció un operador político consultado por Télam.

Por su parte, “el sistema de preferencias“, incluido en la Carta Orgánica de Ushuaia, se utiliza para elegir a los concejales municipales de esa ciudad, y permite indicar con una cruz o una tilde al lado del apellido, los candidatos que el elector prefiere sobre el resto.

En este caso, si la lista de un partido obtiene preferencias en el 15% del total de votos que reciba, la nómina se reordena pero en sentido inverso a las tachas: los más preferidos ocupan lugares superiores respecto de los menos preferidos.

Este sistema sufrió dos grandes cuestionamientos que terminaron en controversias judiciales.

Por un lado, algunos jueces fueguinos consideraron que el régimen electoral resulta “inconstitucional”, porque permite que un sector minoritario del electorado (un 15%) tuerza la voluntad de la mayoría, el 85% restante que votó a la lista en su orden original.

Además, las preferencias alteraron el cupo femenino del 50% que rige para la confección de las listas, generando por ejemplo en 2015 un Concejo Deliberante integrado en su totalidad por varones.

Por esta razón, el Superior Tribunal de Justicia de la provincia dictó en 2019 un fallo conocido como “preferencias por géneros”, que estipula que los hombres ya no podrán ocupar el lugar de mujeres por imperio de las preferencias, sino que los varones más preferidos solo reemplazarán a varones de la lista, y lo mismo ocurrirá con las mujeres.

A partir del sistema de tachas y de preferencias, los fueguinos que ingresen mañana al cuarto oscuro tendrán en su mano una lapicera con la que, sin confundirse, podrán tachar legisladores y preferir concejales.

Esta superposición de sistemas electorales opuestos es vista por los analistas políticos locales como de una “enorme complejidad” para los votantes inexpertos, si bien la provincia ya posee antecedentes en su utilización sin que hayan dado lugar a grandes confusiones.

Tierra del Fuego elegirá mañana a su gobernador y vice por los próximos cuatro años, además de los intendentes de las ciudades de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin y los cuerpos colegiados provinciales y municipales.

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