La aplicación de las IA (inteligencia artificial) en la actividad hidrocarburífera parece haber llegado para quedarse. De hecho, el mundo del petróleo y del gas era considerado hasta no hace mucho tiempo atrás como algo vetusto, alejado en el tiempo, de otra época. Sin embargo, esos prejuicios -aunque algunos fundados- van perdiendo terreno a partir de la incursión en novedosas técnicas desarrolladas a partir del uso de los algoritmos.

Tal es el avance en esta temática que en la Argentina Oil & Gas hubo una charla para hablar específicamente de la inteligencia artificial y sus posibles usos en la industria. Guadalupe Castaño, Sebastián Romano y Malena Rodríguez estuvieron a cargo de la exposición, que atrajo la atención en una de las convenciones que se realizó el primer día en la AOG. En la búsqueda de hacer un mejor uso en la cadena de producción, las IA “ayudan a optimizar y a producir más con menos inyección“, indicó Rodríguez este lunes en el panel.

También se explicó que las IA pueden ayudar a minimizar la huella de carbono (indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero emitido). “Hay otros algoritmos que nos ayudan a interpretar la sísmica, una mirada nueva, diversidad, más allá de nuestra interpretación sísmica de muchos años, y eso minimiza el riesgo“, por lo que “hacemos menos pozos y somos más eficientes“.

Asimismo, se destacó que todas estas nuevas tecnologías están puestas a este servicio; “hacernos más eficientes y minimizar el gasto energético“, se resumió. En tanto, Castaño fue consultada por la adquisición de datos y lo indispensable que se vuelve utilizarlos en la toma de decisión en la industria. ¿Cómo puede utilizarse el big data junto a metodologías tradicionales para facilitar estos flujos de trabajo? Al respecto, respondió: “Hay muchísima información, cada vez tenemos más datos; hay una parte crucial que es ordenarlos, limpiarlos, dejar los datos limpios para analizarlos y utilizarlos como flujo de trabajos específicos“, mencionó.

Mirada positiva

¿Qué hacemos con esa información? Primero, tener los datos listos “y ahí entramos con metodologías que puedan integrarlos sistemas que ya conozcamos, pero también incorporar estos algoritmos de lo que hoy se llama inteligencia artificial, y de alguna manera tomar de lo que ya conocemos y que validamos dentro de la industria”.

“Con los datos que tenemos, construimos modelos que nos permiten entender cómo se van a comportar los pozos, los reservorios, y a partir de ahí podemos empezar a hacer pronósticos, como dónde van a empezar a haber irrupciones de agua, cuáles son los pozos que van a fallar primero, y después podemos optimizar en cómo distribuir el agua que estamos inyectando para ser más eficientes o cómo podemos regular las presiones a los sistemas de levantamiento de pozos para tener una producción eficiente y hacer en conjunto un manejo más óptimo del reservorio”.

“Todo esto está principalmente motivado por el hecho que hay muchísima información y hay poco tiempo para analizarla, ya no nos dan abasto los recursos humanos para analizarla, por eso tenemos estas herramientas como las IA para utilizarlas de la mejor manera posible”.

Antes de finalizar, los tres expositores fueron consultados respecto a las recomendaciones que podrían hacerle al panel de escuchas. “Aprovechen esta revolución del conocimiento“, se sostuvo y se indicó que la disponibilidad de cursos y capacitaciones es infinita, incluso hay muchísimo material en internet, además no tengan miedo en utilizarlo”, afirmó.

Finalmente, Sebastián Romano recomendó que más allá de las licenciaturas, maestrías y doctorados, “sean autodidactas”, debido a que todos los días o por semana hay una herramienta de inteligencia artificial disponible. Cabe destacar que las preguntas fueron formuladas utilizando IA e IH (Inteligencia Humana).

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