Juan Manuel Alfonsín, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Energías Renovables, fue uno de los expositores en el Foro de Transición Energética e Hidrógeno Verde que se lleva adelante en la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut.

En diálogo con Gustavo Argañaraz, enviado especial de La Opinión Austral al Foro, Alfonsín habló de la importancia de este tipo de encuentros y trazó un escenario actual para las energías renovables. En la Cámara “hoy somos 100 socios, hay muchas pymes pero también grandes empresas como Pan American, Total, etc”, comentó en primer lugar.

Sobre la actualidad del sector, Alfonsín marcó que “debemos ser competitivos” y eso en hidrógeno verde significa “llegar a un valor de 1 o 2 dólares por kilogramo de hidrógeno verde“, pero al mismo tiempo “se debe cuidar mucho al medioambiente“.

 

Paradigma

¿Las razones? “Generar hidrógeno o producir hidrógeno necesita de grandes extensiones de tierra que requiere de un gran cuidado, no sólo del medio ambiente sino de las comunidades locales, un gran respeto del lugar dónde uno se instala” marcó.

Al mismo tiempo agregó que “a lo que uno aspira es que a partir de todo este desembarco de inversiones tan grandes, tan a largo plazo y de tantos montos importantes en dólares o euros, generen las condiciones para que todos nuestros jóvenes tengan una oportunidad” y con ello “no tengan que emigrar nunca más ni a otras ciudades ni del país”.

Eso es posible, es factible” enfatizó Juan Manuel Alfonsín y remarcó “el mundo, Europa nos está mirando como productores genuinos de hidrógeno verde. Creo que tenemos una oportunidad histórica, hay que subirse al tren hoy mismo, y empezar a generar las condiciones y las bases que hoy las tenemos para poder hacer realidad todo esto”.

Aclaró que “es un proyecto de mediano y largo alcance, como cuando uno planta un árbol, nosotros lo plantamos y otros disfrutarán de su sombra, entonces hay que ser generosos, inteligentes y tener decisión para hacer realidad este desarrollo”.

 

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Juan Manuel Alfonsín, director ejecutivo de la CADER, con Gustavo Argañaraz de La Opinión Austral.

Al igual que muchos de los que expusieron en el Foro, marcó que el marco normativo es fundamental “nosotros estamos impulsando que el proyecto de ley de hidrógeno verde se haga realidad“.

Integran PlataformaH2 Argentina y desde ahí impulsan fuertemente no sólo la sanción de una ley, sino también el fomento de la producción y uso del hidrógeno de verde. “Convertirse, de alguna manera, en evangelizadores de un nuevo desafío, un nuevo vector, de una transición energética de verdad, con un gran respeto, como decíamos con un gran respeto al medioambiente, pero generando las condiciones para que haya trabajo para todos, inversiones y que la gente de la Patagonia, como región, tengan la oportunidad de reemplazar un recurso que le vino dado como los hidrocarburos, por algo que hoy el mundo entero y la Argentina tambien necesita, como el hidrógeno y que tiene que hacerse realidad”

Reveló que la Argentina produce hoy 400 mil toneladas que no son verde, son negros porque surgen de la utilización del gas natural, “entonces tenemos que lograr que esas 400 mil toneladas se empiecen a teñir de verde“, afirmó.

 

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El agua dulce no se toca

Para producir hidrógeno el agua es un insumo fundamental. Y en ese contexto, Juan Manuel Alfonsín advirtió tanto en su presentación en el Panel, como luego ante los micrófonos de La Opinión Austral, que “nadie se confunda o se le ocurra tomar agua de las napas o de los ríos de la Patagonia porque va a sufrir las consecuencias por no se lo permitirá nadie”.

En ese sentido sostuvo que el agua que requiere la producción del hidrógeno verde, deberá salir del mar. ” Hay que poner desalinzadoras o desaladoras, esto es más inversión, más infraestructura pero también más trabajo, es más oportunidades pra todos”.

A la vez que destacó que con el agua desalinizada no sólo “se logra hidrógeno verde sino también debemos pensar en lo que significa convertir el agua salada en dulce y luego del proceso de electrólesis para producir hidrógeno verde, poder utilizar esa misma agua para riego en el desierto patagónico y convertirlo en un valle fértil“.

“Aunque solo se logre en una hectárea, en dos o en 100, esto cambiará la matriz productiva de las provincias, y generará radicación de nuevas localidades, nuevos pueblos, nuevos barrios”. Es decir que “en vez de ver correr guanacos a su libre albedrío por la estepa patagónica, y ovejas cuidadas por distintos productores, tengamos un valle fértil con todo lo que eso implica”.

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