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El precio del barril de Brent para entrega en agosto cerró un día más casi plano quedando en 67,69 dólares, en el mercado de futuros de Londres. Así los mercados parecen haberse tomado un respiro tras unas semanas de enorme volatilidad causada por el enfrentamiento entre Israel Irán y la posterior entrada en la guerra de Estados Unidos, que empujó el petróleo a niveles superiores a los 80 dólares.

Con este nivel de valores, el barril de petróleo de Brent pareciera haberse consolidado en torno a los USD 66,50 en el mercado de Futuros, con una merma de 12% en una semana, tras momentos de máxima tensión el fin de semana anterior y cierta estabilidad que cobró en los últimos días.

El barril minimizó su volatilidad para fijarla en un rango más estrecho. Y si bien el factor geopolítico en Oriente Medio sigue siendo relevante, las declaraciones de Donald Trump brindaron apoyo a los precios, al reafirmar su política de “máxima presión” sobre Irán, incluyendo restricciones a las exportaciones de petróleo.

Al mismo tiempo, Trump insinuó una posible relajación en la supervisión para ayudar a reactivar la economía iraní y anunció conversaciones próximas con representantes de Teherán. También expresó su respaldo a China, uno de los principales compradores de crudo iraní, para que continúe con las importaciones.

De todos modos, la cautela sigue siendo el paradigma del marcado de los hidrocarburos. 

El nivel de oferta de barriles de crudo sube y ello impacta en el promedio de precios.

Inventarios

Pasada la tensión en Medio Oriente, la mirada se volcó hacia los suministros.  Es que esta semana, hubo dos factores que se contraponen pero ayudan, a su vez, a prever un horizonte de precios sin altibajos bruscos.

Esta semana se supo que los datos de inventarios en EE. UU. brindaron un respaldo adicional a los precios del crudo, que se mantiene en valores sostenidos. Las existencias cayeron por quinta semana consecutiva, disminuyendo en 5,84 millones de barriles hasta su nivel estacional más bajo en 11 años. Los inventarios en Cushing también se situaron en su punto más bajo desde febrero.

El rol de la OPEP+

Por otra parte, y aunque la decisión quedaría ratificada el próximo 6 de julio, trascendió que en la reunión de la OPEP+, de ese día, la decisión de producción para agosto y el trimestre subsiguiente, seguiría el ritmo actual. De hecho Rusia sería uno de los países de la organización que apoya el aumento de la oferta si el grupo lo considera necesario.

La intención es sostener el incremento de oferta de crudo que viene realizando la organización, en mayo, junio y julio: 411.000 barriles más de producción que presionarán una oferta por demás suficiente. De cumplirse este incremento, la organización habrá acelerado los ritmos de producción.

Cabe recordar que cuando la OPEP+ decidió hace siete meses que empezaría a abrir los grifos de la producción de petróleo de los países integrantes, revirtiendo el recorte de oferta que venía manteniendo en los últimos años, aseguró que lo haría en base a un cronograma determinado en el calendario: aumentar la producción 2,2 millones de barriles diarios, en forma paulatina hasta completarlos, con fecha límite en septiembre de 2026.

Sin embargo, el proceso ha sido mucho más agresivo de lo que se esperaba, y ahora todo apunta a que se completará el objetivo en septiembre de este mismo año. Y eso, sin dudarlo, terminará impactando en el precio final del petróleo a nivel global.

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