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El 18 de agosto de 1948 en Obanos en la Comunidad Foral de Navarra, España, nació Andrés María Armendariz Leache. Su familia se mudó a Puerto Deseado en Argentina cuando él tenía 10 años, pero no era la primera vez que pisaban la Patagonia.
En la década del veinte, en los años de las Huelgas Patagónicas, sus abuelos paternos, vivían en la zona de Koluel Kayke y tenían un negocio. “El apoyo de Saturnino Armendáriz a los huelguistas le costó el saqueo y la destrucción de su negocio de ramos generales, el único existente en aquellos años en Koluel Kayke (…) A punto de finalizar 1922, partió un tren de Koluel Kayke hacia Puerto Deseado llevando a María González, a José de cuatro años y a Ángel de dos“, escribe Sergio Recarte en “Armendáriz, Andrés María, por esa libertad”.
Más de 30 años después, una nueva generación de Armendariz se mudó a Puerto Deseado, allí Andrés donde colaboró en la parroquia, participó en la organización de la Acción Católica y también en la del Grupo Juvenil de Movimiento Familiar. Además, participaba de la organización de las peregrinaciones a la gruta de Lourdes.
Andrés, quien este 18 de agosto hubiese cumplido 77 años, fue víctima del terrorismo de Estado. Tenía 28 años, vivía en Buenos Aires, integraba la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y era delegado gremial en Austral Líneas Aéreas cuando fue secuestrado el 26 de marzo de 1977.
Al día siguiente, su cádaver desnudo, al que habían intentado quemar, apareció en el barrio porteño de Pompeya. Fue hallado por un patrullero.
11 días después su cuerpo pudo ser identificado en la morgue por su hermana María Ángeles.
El nombre de Andrés es parte de la lista de detenidos-desaparecidos de Santa Cruz elaborada por la Secretaría de Estado de Derechos Humanos de la Provincia – actualmente subsecretaria- y se encuentra en el Paseo de la Memoria ubicado en la capital santacruceña.
En marzo pasado, la Secretaría de Derechos Humanos de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) inauguró la Galería de la Memoria, un espacio de exposición permanente que, tras años de investigación y recuperación de datos con organismos de DDHH y familiares, logró confeccionar cuadros-posters de cada trabajador aeronáutico desaparecido, entre ellos está el de Andrés.
María Ángeles Armendariz, quien participó del acto, manifestó a La Opinión Austral: “A mí personalmente esas fechas me tocan muy de cerca porque el 24 de marzo es el aniversario del golpe, el 26 lo desaparecen a mi hermano y el 27 ya aparece tirado en la calle, muerto, entonces tanto el 24 como el 26 y 27 de marzo me sensibilizan de una forma especial”.
“De hecho, cuando iban destapando las fotos de los desaparecidos del sindicato, cada uno de los familiares que estaban presentes dijo algo y yo no pude decir nada, no estaba con ánimo ni en condiciones, me conmueve demasiado”, explicó.
Durante el descubrimiento de la semblanza, María Ángeles pidió la presencia de Mariano Recalde.
“Recalde era el presidente de Aerolíneas y por orden de él se buscó el expediente de Andrés, les costó encontrarlo y una vez que lo encontraron se organizó la reparación del archivo”, relató.
De esta manera, con fecha del 18 de agosto de 2014, en el legajo quedó registrado “Armendariz Andrés María fue víctima del accionar del terrorismo de estado el día 26 de marzo de 1976”.
“Él puso el sello de que lo de Andrés no fue abandono de tarea, sino una desaparición forzada, por eso quería que él estuviera conmigo en ese momento, para agradecérselo de alguna manera”, acotó.
“Entre todos los familiares que estábamos ahí, noté que si bien no hablaron exclusivamente de su familiar, simplemente agradecieron el trabajo que estuvo haciendo el sindicato, cuando hablaban se notaba el orgullo, el mismo que siento yo por mi hermano, por ese familiar desaparecido por la dictadura. En todos se notó eso”, observó.
María Ángeles conocía algunos nombres de familiares los trabajadores o trabajadoras aeronáuticas y durante el acto, conoció a Grace Prounesti Piquet, sobrina de Marie Anne Erize Tisseau.
Quien no pudo asistir, dado que vive en Ushuaia, fue el hermano de Rubén Omar Altamiranda.
“Altamiranda era amigo de mi hermano y no se supo absolutamente nada de él. Su padre estaba en la agrupación Padres de Plaza de Mayo, eran los que las apoyaban a ellas en la lucha en la búsqueda, él estaba en esa asociación, pero no consiguió absolutamente nada”, comentó.
Memoria
“Han pasado casi 50 años desde el golpe de Estado y han pasado casi 50 años desde la desaparición forzosa de nuestros familiares. Los que fuimos contemporáneos y los que los conocimos personalmente, ya nos estamos acercando, ya estamos en la última recta entonces tenemos que tratar de que se siga sembrando la semilla de la memoria y se mantenga vigente”, manifestó María Ángeles.
En esta línea, recalcó “que esa memoria no sean hechos aislados que se leen en un libro, sino que se asuma como hechos reales y concretos que sucedieron acá, no en Rusia, en España o en Italia, sucedieron en Argentina con mucha gente que todavía está viva y contemporánea que somos los que podemos dar testimonio real y completo de eso que pasó“.
“La memoria sigue vigente y se sigue transmitiendo de generación en generación”.
En cuanto a la vigencia, pensando en la última marcha del #24M, comentó: “Me llamó la atención la cantidad de gente joven y de familias que hubo, me parece sumamente sano, evidentemente la memoria sigue vigente y se sigue transmitiendo de generación en generación. Habían muchas familias con chicos y todo el mundo estaba presente, ojalá se siga así, a pesar del negacionismo de ese gobierno y a pesar de que está tratando de borrar todos los rastros, que es ni más ni menos que lo que hicieron después del ’55”.
“Después del ’55 estaba prohibido nombrar a Perón y a Evita, hicieron desaparecer todos los libros, todas las invocaciones a esos nombres y estaba penado por ley pronunciar esos nombres en público. Ahora están intentando hacer exactamente lo mismo, están desmantelando todas las entidades y todos los organismos que trabajan para recuperar y mantener viva su memoria”, señaló.
Entre tantas acciones negacionistas también hizo mención a la destrucción del monumento a Osvaldo Bayer por Vialidad Nacional: “Es imposible creerlo”.
“Hay muchos bebés apropiados que todavía no saben que son apropiados e hijos de desaparecidos. Y hay muchos desaparecidos sin identificar todavía. De una manera u otra, los familiares estamos buscando eso, es necesario mantener viva la memoria y es necesario que los organismos de Derechos Humanos sigan funcionando como venían funcionando”, concluyó.
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