“Amigo, me mandé una cagada. Me voy a matar” fue el mensaje que un hombre le mandó al otro, adelantándole que iba a tomar la drástica decisión de quitarse la vida, tras haber asesinado a una mujer, en un hecho que estremece a Santa Cruz.
El hecho tuvo lugar en una casa de Puerto Deseado y, por estas horas, la ciudad se encuentra conmocionada, tras conocerse que un hombre golpeó a una joven hasta matarla para luego quitarse la vida en la misma habitación.
El crimen fue anticipo exclusivo de www.laopinionaustral.com.ar en la noche del jueves, cuando la Policía llegó a la casa donde ocurrió el horror, emplazada en la calle Lago Argentino al 1600. Fue el amigo el que recibió el mensaje quien encontró los cuerpos de Jesús Coitiño (31) y de Rocío Trigo (20) dentro de la vivienda.
La causa está siendo instruida por el Juzgado Penal de la ciudad de Puerto Deseado, a cargo de Oldemar Villa y, hasta el momento, las circunstancias en las que ocurrió el femicidio seguido de suicidio no están del todo claras ya que, según pudo saber este diario, Coitiño no era pareja de Trigo.
El hecho se habría registrado entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, pero recién se conoció en la noche de anteayer cuando los cuerpos fueron hallados.
Entre las teorías que lleva adelante el personal de la Comisaría Primera y de la Dirección de Investigaciones (DDI) es que, aparentemente, Trigo y Coitiño eran amigos y se habían juntado en la vivienda que otro ser querido les había prestado.

La ambulancia y la Policía en el lugar del hecho.
Según el testimonio del amigo que recibió el mensaje. Él aseguró que había leído el mismo al mediodía pero no le había prestado atención. Con el correr de las horas, se preocupó y comenzó a buscarlo. Primero fue a la casa de la pareja de él y no lo encontró. Luego iría hasta la morada donde había ocurrido el horror.
El cuerpo de Trigo estaba en la cama, boca abajo y con la ropa puesta. En tanto que Coitiño fue encontrado colgado de una cortina de baño en la misma habitación. Un trascendido marca que la familia de la joven pudo reconocer el cuerpo gracias a los tatuajes que ella tenía.

Jesús Coitiño, tenía 31 años y se quitó la vida con una cortina de baño. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)
Nito Mellado, a cargo de la Comisaría Primera, dio una conferencia de prensa en la que indicó que “la última vez que vieron al hombre con vida fue a las cinco y media de la madrugada del jueves” cuando tomó un remis en la esquina de las calles Piedra Buena y 12 de Octubre.
La hipótesis más fuerte indica que Coitiño se juntó con Trigo y, por motivos que se desconocen, él la sometió a golpes de puño en el rostro y el tórax hasta matarla. Luego, en un tiempo no determinado, mandó mensajes a su amigo y decidió quitarse la vida.
En la escena del crimen se hallaron envoltorios de cocaína y varias botellas de alcohol, indicaron fuentes policiales.
En la noche del viernes se aguardaba por el resultado de las autopsias. De igual manera, a simple vista, los efectivos notaron los cortes que presentó la mujer, los golpes en su rostro y los nudillos moretoneados de Coitiño.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicato al que pertenece la madre de Trigo expresó sus condolencias. En el mismo sentido, las redes sociales se inundaron de mensajes que mezclaban sentimientos como bronca, indignación y tristeza por lo cruento del caso, como por ejemplo el de Ismael, un familiar de Rocío: “Vuela alto prima querida, te voy a extrañar mucho, gracias por todo. Me cuesta entender que no te volveré a ver, no merecías esto Rochi”.
Por estas horas, nadie en Deseado puede entender la brutalidad del hecho que terminó con dos vidas.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia