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En vísperas del Día de la Lealtad Peronista, ey el papel de Juan Domingo Perón como figura central en la política argentina.
En los estudios de Radio LU12 AM680, aseguró que “sin Perón, la historia política argentina no se puede entender”, al destacar su capacidad para transformar una relación laboral en una identidad colectiva y un proyecto de país.
“Perón comenzó siendo un coronel más dentro del gobierno militar de 1943, pero desde la Secretaría de Trabajo y Previsión construyó algo inédito: una relación directa con el movimiento obrero, basada en hechos concretos y no en discursos”, explicó Auzoberría.
Según el historiador, ese vínculo “fue el que marcó su destino político y el rumbo del país en los años siguientes”.
Auzoberría recordó que el contexto mundial también influyó en la política local. “El mundo vivía la Segunda Guerra, y dentro de las Fuerzas Armadas argentinas había divisiones ideológicas. Cuando la derrota del nazismo se hizo evidente, también se definió la disputa entre peronismo y antiperonismo”, señaló.
Desde su cargo en la Secretaría de Trabajo, Perón amplió derechos laborales que hasta entonces eran privilegio de pocos: “El aguinaldo, las vacaciones pagas, el salario mínimo… Todo eso existía sólo para algunos sectores. Lo que hizo Perón fue universalizar los derechos de los trabajadores, y eso lo convirtió en un referente del pueblo”.
El académico reconstruyó los días previos al histórico 17 de octubre de 1945, cuando Perón fue detenido y trasladado a la isla Martín García. “Mientras la CGT dudaba entre convocar o no a un paro, los obreros de Berisso y Ensenada se pusieron en marcha. Salieron a la calle sin permiso, cruzaron el Riachuelo y coparon Buenos Aires. Fue un hecho espontáneo, masivo y político a la vez”, narró.
“Esa gente nunca había pisado el centro, donde había que andar de saco y corbata. Llegaron en mangas de camisa, descamisados, y cambiaron la historia argentina.”
Auzoberría calificó aquel episodio como “el nacimiento del pueblo como actor político”.
“Ese día el pueblo tomó conciencia de su fuerza. Perón fue quien interpretó esa irrupción y le dio un sentido histórico. A partir de entonces, el movimiento obrero se volvió protagonista de la política nacional.”
El historiador también destacó que el enfrentamiento entre peronismo y antiperonismo “se difirió hacia las urnas”, en las elecciones de 1946, donde Perón triunfó con el apoyo del Partido Laborista y la Junta Renovadora Radical.
“El eslogan ‘Braden o Perón’ resumió esa disputa: soberanía o injerencia extranjera. Y Perón ganó porque encarnó la idea de independencia nacional”, sostuvo.
Consultado sobre cómo se vivió ese proceso en Santa Cruz, Auzoberría recordó que “aquí se siguió por radio, pero también tuvo impacto”. Mencionó al gobernador Bertero, quien “reabrió espacios al movimiento obrero local” y marcó los primeros ecos del peronismo en el sur. “Con el tiempo, Perón amplió su base, integrando a sectores medios y tradicionales. Ahí nace el partido que conocemos hoy”, agregó.
En el tramo final, el profesor vinculó aquellos hechos con los desafíos actuales del país. “Durante el primer gobierno de Perón, Argentina no tuvo deuda externa. El ingreso al FMI fue recién después de su derrocamiento, en 1956. Ahí empezó la extranjerización de la economía”, advirtió.
“Los problemas de hoy tienen raíces en el pasado. La historia no se repite, pero rima. Y entender el 17 de octubre es entender el momento en que el pueblo argentino se reconoció a sí mismo como protagonista”, concluyó.
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