Los scones son una de las preparaciones más versátiles para la merienda. En su versión salada o dulce funcionan como un gran complemento a la hora de los mates matinales o vespertinos.

La historia dice que los scones nacieron en Escocia, con el paso del tiempo se transformaron en uno de los representantes de la cocina del Reino Unido, donde se comen con mermeladas y queso a la hora del té.

El inventor fue un joven repostero refugiado en la Abadía de Scone que se inspiró en los bollos de pan que se hacían en su casa durante los años de guerra y a partir de allí, comenzó a elaborar unos panecillos sin forma que aunque carecían de estética, quienes los probaban quedaban fascinados.

Desde Europa, los scones viajaron de boca en boca hasta llegar a las Américas, donde gracias a su exquisito sabor y la facilidad de su preparación lograron ganarse un lugar entre los favoritos para la merienda o el desayuno.

Receta scones

Ingredientes

  • 350 grs. de harina
  • 1 cucharadita levadura
  • 3/4 cucharadita sal
  • 50 grs. manteca
  • 80 grs. de queso rallado
  • 1/2 taza leche
  • 1/3 crema para cocinar
  • Huevo para pintar

Preparación

1- En un bol tamizar harina, levadura y sal.

2- Incorporar la manteca en cubitos y el queso rallado. Mezclar.

3- Agregar la leche y la crema. Mezclar.

4- Estirar la masa hasta dejarla de 1, 5 cm. de espesor. Cortar la masa con un molde de unos 4 cm. de diámetro.

5- Colocar en una fuente para horno. Pintar con huevo batido y cocinar (en horno precalentado) a 200° durante unos 10 min o hasta que se doren.

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