Your browser doesn’t support HTML5 audio

El querido profesor de educación física y veterano de Malvinas, Victor Hugo Luna, falleció este sábado 18 de octubre a los 64 años, tras una larga enfermedad, rodeado del cariño de su familia.

Oriundo de San Juan, Luna se formó como Profesor Nacional de Educación Física en el INEF San Juan y llegó a Río Gallegos con 20 años, recién recibido, para comenzar su carrera docente.

Desde joven mostró pasión por el deporte: “Practicó deportes desde que me acuerdo. En el barrio nos encantaba el fútbol, arreglábamos los lugares para jugar, le poníamos arco y lo limpiábamos”, recordaba Luna en una entrevista de 2010 para La Opinión Austral. A los 13 años ya soñaba con ser profesor de educación física, aunque su familia no veía el deporte como una carrera formal.

Con previas intenciones de viajar a España o Rusia para radicarse y trabajar, Luna llegó, por comentarios de un primo, a la capital de Santa Cruz en 1981.

“Me encontré con Rio Gallegos y me encantó. Me gustaba todo, me gustaban las calles, la ciudad, lo que veía me gustaba. Cruzaba una calle y me gustaba, la poca vegetación que había, todo. A los tres, cuatro meses ya me puse de novio con la que es mi actual señora, así que ahí ya complete todo”.

Víctor junto a su esposa Rita Garrido en El Chaltén

 

Durante su trayectoria, enseñó en numerosos establecimientos educativos de Río Gallegos, como las Escuelas de EGB N° 1, 15, 33, 44, 47, 63, 81, el Centro Polivalente de Arte N° 1 y el Polimodal N° 10. En aquella entrevista con este medio, recordó su primer día de clases como profe: “Ese día estaba más asustado que las chicos. Llegué a la escuela y la vicedirectora, que en ese momento era Nilda Taboada, me dijo “Victor, vaya al 2° “A”. Pensaba que había que hacer mayor protocolo, para mi era un mundo enorme. Caminaba por el pasillo de la EGB N° 1 hacia ese grado pensando ‘¿y ahora qué hago?'”.

En 1981 con el 1° ‘A’ de la Escuela N° 1 “Hernando de Magallanes”.

Sobre cómo resultó la clase, relata que “esos niños tuvieron conmigo en esos 40 minutos todo mi profesorado, les hice hacer juegos, los hice correr, sentarse, juegos de mesa, todo, Quise hacer todo en los 40 minutos”.

Su testimonio como veterano de Malvinas

Apenas a un año de haber comenzado a enseñar, se produjo el conflicto de Malvinas y con 21 años, Luna fue llamado a prestar servicio en la Infantería de Marina, asignado al Batallón 3 de La Plata y destinado a Río Grande.

“Estuvimos dos noches en el Batallón 5 que ya se había ido a la isla y después tuvimos nuestra estadía en la estancia Marla Bety. Hubo un grupo que fue a Malvinas. En ese momento era jefe de pieza de un mortero, la compañía iba a ir acompañada por morteros, pero a último momento se decidió que no, que iba a ir con cañones. Nos mandaron otra vez a que guardemos nuestras cosas porque nos quedábamos y ese grupo si fue, un grupo de tiradores acompañados por cañones”.

“Los llevamos, los acompañamos y les cargamos el avión, el Hércules. Me acuerdo clarito que cuando volvíamos empezamos a escuchar por radio que habla empezado el conflicto armado, el 1º de mayo. Ahí se cortó toda la comunicación con la isla”.

Inclusive durante ese período sus alumnos estuvieron presentes, recuerda que “tuve una experiencia linda, porque había una maestra que con un grupo de 2º ‘C’ me enviaron una caja que me llegó cuando yo estaba en la isla. Me mandaron cartitas, me quedó algo muy bonito. Cuando volví me reintegré a mi trabajo, costaba un poquito porque muchos de los que habíamos estado en ese momento pensamos que íbamos a ser recibidos de otra manera, pero ya en Buenos Aires nos dábamos cuenta que no fue una recepción como cuando nos despidieron, en la que todo el mundo nos aplaudía y las calles estaban llenas. Nosotros hicimos todo el tramo desde La Plata hasta El Palomar y cuando volvimos a Buenos Aires, recién en agosto, volvimos a la noche. Un silencio, todo callado, impactó bastante. Nos querían olvidar, pero bueno, no nos van a olvidar”, dijo con convicción.

En 2013, al cumplirse 30 años del conflicto, compartió sus recuerdos con un emotivo mensaje: “Cumplíamos un deber nacional, con esa fuerza y energía aceptamos con orgullo responder al pedido de la patria … La vida me encontraba con mis 20 años con un fusil y un mortero en la mano ofreciendo mi vida en una guerra que no la hice yo pero que acepte en mi jura de la bandera. Compañeros de Malvinas, del continente, vivos, muertos, heridos… todos los llevo en mi corazón, porque respondimos al pedido de la patria”. Sus palabras reflejaban tanto el orgullo por defender a su país como la tristeza por el olvido que sufrieron los veteranos al regresar.

Luna también se destacó en el deporte amateur y competitivo en Río Gallegos, entrenando a la Primera División de fútbol del Club Hispano Americano.

En 1986 comenzó a dar gimnasia artística, con un grupo de apenas seis nenas, entre las que se encontraban Anabel Soulés, Agustina Sancho, Tuñón y las hermanas Moreno. La disciplina apenas era conocida y con el paso de los años, las muestras de gimnasia se ganaron su lugar en la comunidad.

Además, fomentó talleres deportivos en la Escuela de EGB N° 1, incluyendo básquet, vóley, atletismo y gimnasia, y hasta un pequeño diario deportivo con sus alumnos.

Con la llegada de la nueva Ley Federal de Educación, Luna retomó sus estudios en 1999 a los 39 años, para regularizar su título expedido por una universidad en lugar de un terciario y continuar enseñando sin restricciones. Sobre esa etapa, recordaba: “Volver a sentarme con un grupo, estudiar hasta altas horas de la noche… me gustó bastante y creo que anduve bastante bien”.

Último adiós

Tras conocerse la noticia, amigos, colegas y exalumnos despidieron con emotivas palabras al docente. Belén Olavarria expresó: “Que en paz descanse querido Profesor Victor Hugo Luna, lo voy a recordar con ese amor que me brindó tantos años. Lo quiero, Profe”.

Jorge Lui recordó: “Un buen tipo, un buen oyente de nuestras cosas cuando éramos niños/adolescentes… Hasta siempre, Profe Luna”. Carina Lencina también compartió su afecto: “Querido profesor, que Dios lo reciba en sus brazos y le dé descanso eterno. Fue un gusto cruzarme con usted. Gracias por sus palabras y acompañamiento para mi hija y sus compañeros”.

Los restos de Victor Hugo Luna son velados en Cochería Ramps, en Río Gallegos, de 11:30 a 15:00 horas. La comunidad educativa de Santa Cruz y los veteranos de Malvinas lamentan su partida, recordando su compromiso con la enseñanza, su pasión por la educación física, y su valiente servicio a la patria argentina.

Leé más notas de La Opinión Austral