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Roque ya no es el mismo perrito que, hace apenas unas semanas, fue encontrado en estado de abandono en el barrio Ayres Argentinos de Río Gallegos. Su mirada triste y su piel castigada por la sarna y la dermatitis quedaron atrás gracias a los cuidados de sus rescatistas. Hoy, con el pelaje volviendo a crecer y una energía renovada, Roque está listo para dar el siguiente paso: encontrar un hogar donde lo amen para toda la vida.
“Roquito está mejorando día a día. Cuando lo rescatamos, su mirada pedía ayuda… Hoy, con su pelo creciendo, en su segundo tratamiento de baños medicados, con más confianza y aprendiendo a jugar con su pelotita, Roque nos demuestra todo lo que puede lograr con amor y cuidados”, expresaron desde la agrupación proteccionista “Valentín en cada huella”.
El camino de recuperación no ha sido sencillo. Roque debió someterse a varios baños medicados, controles veterinarios y tratamientos específicos para combatir los ácaros y la sarna que lo tenían al borde del colapso. Sin embargo, la constancia y la solidaridad hicieron posible la transformación. “Gracias infinitas a quienes donaron alimento para él. Aún le quedan dos baños más para completar su tratamiento, y toda ayuda es bienvenida para seguir acompañándolo en este proceso”, añadieron.
El rescate de Roque tuvo, además, un tinte especial: ocurrió el 16 de agosto, Día de San Roque, patrono de los perros y los enfermos. Por eso, el nombre elegido no fue casualidad, sino un símbolo de esperanza para este cachorrito de apenas un año y medio, que alguna vez sufrió el abandono pero hoy representa la fuerza de la recuperación.
Ahora, solo falta la pieza más importante en esta historia: una familia. “Roque ya está preparado para esperar y conocer a esa familia que lo ame para siempre”, remarcaron desde la organización.
Quienes deseen darle un hogar pueden comunicarse a través de las redes sociales de Valentín en cada huella en Facebook o Instagram.
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