Este domingo, Carlos Grasso celebró su cumpleaños número 100 en el hogar “Esperanza”, junto a todos los miembros del lugar.

En el festejo, como no podía ser de otra manera, hubo música y baile. Incluso, se dio cita en el asilo una agrupación de tango para ponerle ritmo al cumpleaños, ya que una de las cosas que al centenario vecino es la música.

En realidad, Don Carlos Grasso cumple este domingo 100 y 11 días. Nació el 30 de Marzo de 1922 en Río Cuarto provincia de Córdoba, pero hace 30 años vive en Río Gallegos y desde hace 2 convive con los miembros del hogar de ancianos “Esperanza”, ubicado en Asturias y Paseo de los Arrieros.

Sus familiares los destacan como una persona de muy buen carácter y gracioso. Además es muy cariñoso con su nietos y siempre fue muy activo. Hasta hace un tiempo atrás solía caminar hasta 40 cuadras casi todos los días.

Cuentan además, que Don Carlos Grasso provenía de una familia muy pobre por lo que trabajaba desde muy pequeño para poder llevar algo de dinero al hogar. Por ejemplo, iba con sus amigos al cementerio y llevaban una escalera para que los visitantes llegaran a los nichos más altos, ganándose algunas unas moneditas. Allí también era su lugar de juegos.

De joven trabajó en un hotel donde aprendió el trabajo de mozo y después de barman y, cuando era un poco más grande iba de Río Cuarto a Mar Del Plata para trabajar durante la temporada de verano.

De grande llegó a administrar la confitería del Gran Hotel Río Cuarto, una de las más importantes de esa ciudad.

Finalmente, hace unos treinta años su hijo, quien lleva sus mismo nombre, lo trajo a Río Gallegos para que no viviera solo. Vivió con él en su casa, hasta hace dos años cuando se mudo al hogar Esperanza, que hoy celebra junto a él sus 100 años de vida.

 

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