La educación del futuro llegó a Río Gallegos de la mano de la minera Newmont y Rasti, la histórica marca argentina de bloques de construcción que ha sabido adaptarse a los tiempos modernos y transformarse en una herramienta clave para la enseñanza de robótica y programación.
Este jueves, comenzó el taller de programación y robótica impulsada por Newmont Cerro Negro, con Rasti y 2TM, con el apoyo del Grupo La Opinión Austral, una iniciativa que busca acercar a los niños y adolescentes al pensamiento computacional a través del juego y la creatividad. Los cupos se agotaron en tiempo récord, reflejando el gran interés que genera esta innovadora propuesta.
“Rasti es una marca que lleva casi 60 años en el corazón de los argentinos, pero hoy damos un paso más allá: queremos que los chicos aprendan tecnología mientras juegan”, explicó Juan Manuel Zamora, director del equipo de Rasti Educación, en diálogo con radio LU12 AM680 del Grupo La Opinión Austral.
De los bloques de siempre a la robótica del futuro
Si bien Rasti es sinónimo de juego y creatividad, en los últimos años la empresa apostó por la educación, creando kits de robótica que combinan construcción con electrónica y programación.
“Hace cinco años desarrollamos un equipo de educación y comenzamos a diseñar kits con sensores, motores y microprocesadores que permiten a los chicos programar y dar vida a sus creaciones”, explicó Zamora.
Gracias a esta evolución, hoy Rasti está presente en más de 1.100 colegios e instituciones educativas en Argentina y otros países de Latinoamérica.
El objetivo es claro: convertir el aprendizaje en una experiencia divertida y significativa, donde los niños y adolescentes desarrollen habilidades clave para el futuro laboral, como la resolución de problemas, la tolerancia al error y el trabajo en equipo.
“En los talleres, los chicos diseñan un modelo, lo programan, lo prueban y lo mejoran. Esto les enseña que el error no es un fracaso, sino una oportunidad de aprendizaje”, destacó Zamora.
Vinculación con la minería y la industria
El taller de robótica con Rasti no solo busca enseñar tecnología, sino también conectar a los jóvenes con industrias clave como la minería, donde la automatización y la robótica juegan un rol fundamental.
“Queremos que los chicos comprendan cómo funcionan las máquinas a distancia, los sensores que controlan procesos y cómo la tecnología impacta en la industria minera”, explicó Zamora.
En este sentido, Newmont Cerro Negro, empresa minera que impulsa estos talleres junto a Rasti, busca generar un puente entre la educación y el mundo laboral, brindando herramientas concretas a los jóvenes para su futuro profesional.
“El deseo es que estos chicos que hoy están aprendiendo con estos kits, en unos años puedan decir: ‘Descubrí mi vocación gracias a un taller de Rasti’”, agregó Zamora.
Un éxito rotundo y nuevas ediciones en camino
El taller en Río Gallegos tuvo una convocatoria récord y los cupos se agotaron rápidamente, lo que ya impulsa a los organizadores a planear nuevas ediciones.
“Sabemos que hay muchos chicos que quieren participar, así que estamos trabajando para repetir la experiencia y llegar a más estudiantes”, confirmó Zamora.
Con este tipo de iniciativas, Rasti no sólo sigue siendo un ícono de la infancia en Argentina, sino que se ha convertido en una herramienta clave para la educación del siglo XXI.
La combinación de construcción, robótica y programación no solo despierta el interés de los más jóvenes, sino que también les abre las puertas a un futuro lleno de oportunidades en la tecnología y la industria.
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