El gimnasio de la Escuela Laboral Domingo Savio fue sede del XIV Encuentro de Comunidades Migrantes, organizado por el equipo diocesano de Pastoral Migratoria.

Los primeros encuentros se realizaron en el Obispado de Río Gallegos, continuaron en Casa de María y desde hace aproximadamente cinco años, se realizan en la escuela laboral.

Es un espacio para encontrarnos, para que podamos celebrar la cultura del migrante, su folclore, su música y también su gastronomía. El lema es compartir”, explicó Rosita Díaz, referente de Pastoral Migratoria de la Diócesis de Río Gallegos, a La Opinión Austral.

El equipo diocesano funciona los martes de 10:00 a 12:00 en el Obispado, sito en Errázuriz 53. “Brindamos el servicio pastoral de atención al migrante, de regularización de documentación con los distintos consulados del mundo que no se encuentran en Río Gallegos, ellos nos autorizan a poder representarlos en este lugar”, señaló.

Las imágenes de la diferentes advocaciones también fueron presentadas en el encuentro. FOTOS: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

“Nos buscan cuando precisan algo o solamente para acompañar, acompañado uno sabe que está mejor”, agregó Cristina Rodríguez, otra integrante del equipo.

Una de las participantes del encuentro fue Olivia Macías, oriunda de Bolivia y residente en Río Gallegos hace ya 17 años.

Macías conoció a la pastoral cuando tuvo que tramitar documentación, a partir de allí comenzó a participar y a colaborar.

“En un principio me costó mucho porque el clima es diferente”, comentó y agregó que “siempre se comportaron muy bien con nosotros y eso me ayudó mucho a integrarme, soy más de acá que de allá. Gallegos ya es mi lugar“.

Las primeras vecinas en llegar al evento. FOTOS: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Sobre el trato que pueden llegar a recibir por tener un origen diferente, manifestó: “En todos lados, también en Gallegos, hay de todo, hay gente que viene y te da un abrazo y hay gente que no y que también está en contra de muchas cosas, pero no es solamente con la cultura. Se acepta de la mejor manera, al menos lo que es en este lugar, siempre fue bien recibido el compartir y conocer otras culturas, comparto con la gente de Paraguay, Chile, Argentina, es linda la diversidad, poder compartir todo eso, si estuviese viviendo en Bolivia no lo hubiese conocido. Tener este espacio para compartir nos ayuda a enriquecer más nuestra cultura y también a que conozcan la nuestra“.

Con el encuentro de comunidades que contó con platos típicos, música y también diferentes advocaciones, cerraron las actividades del Mes del Migrante. “Empezamos con la misa celebrando la fe y terminamos celebrando la cultura de cada migrante, es un espacio de encuentro, del compartir y por sobre todo, valorar lo que cada migrante trae“, concluyó Rosita Díaz.

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