Fiona Aburto, anunció este domingo, en un grupo de Facebook relacionado a búsqueda de mascotas extraviadas en Río Gallegos, que su tortuga de nombre “Pancho” está desaparecida.
“Buen día. Se perdió Pancho en el barrio Fátima, por las calles Juan B. Justo entre Estrada y Entre Ríos. Pido llamado a la solidaridad, ya que la tortuga tiene una valor sentimental para mi abuelo que cuida de sus animales hace muchos años”, explicó la vecina.
Además, Fiona comentó que no se trata de un animal pequeño, sino que -como se puede ver en las fotos- es una tortuga de grandes dimensiones. Considerando este dato y la escasa velocidad característica de estos reptiles, resulta sorprendente que se haya escapado y que haya pasado desapercibido.
Entre los comentarios, algunos usuarios comentaron la posibilidad de que “Pancho” se haya asustado por los fuegos artificiales que se oyeron durante la noche de Navidad. La pirotecnia, suele ser un gran problema para las mascotas, este es uno de los motivos por lo cuál está prohibida. Sin embargo, esto no detuvo a muchos inadaptados que decidieron usarla igual este 25 de diciembre.
¿Las tortugas escuchan?
A diferencia de lo que muchos creen, las tortugas sí pueden escuchar. Las “aletas” que recubren su piel son las encargadas de proteger sus oídos, que perciben vibraciones y sonidos de baja frecuencia. Lo que sucede es que sus caparazones las aíslan, por lo que sí escuchan pero los sonidos que les llegan y su capacidad auditiva es muy débil
Por este motivo, la hipótesis de la fuga de tortugas a causa de los “petardos” no es del todo descabellada considerando la gran cantidad de animales de este tipo que se escapan durante estas fechas.
Antecedentes
En las últimas semanas se perdieron, por lo menos, cinco especímenes, acorde a publicaciones de vecinos que se encontraron con este animal “vagando” por las calles.
El miércoles pasado, a través de un posteo en Facebook, un usuario se encontró con el animal en su patio. Horas más tarde, La Opinión Austral se comunicó con Alan Estrada, autor de la publicación, y confirmó: “La acaban de reclamar, es de una vecina del barrio 207 Viviendas de Río Gallegos”.
Otro de los casos fue una tortuga que apareció caminando en las calles durante el mes de marzo y que, tras gran difusión, pudo reencontrarse con su dueño.
Se trató del caso de Gisella, una vecina que publicó en un grupo de mascotas que encontró a una tortuga terrestre en la calle Entre Ríos. En el posteo comentó que la salvaron de que la atropellara un auto y la recogieron para cuidarla en su casa.
Otro de los casos que ocurrieron en la capital santacruceña se produjo también durante diciembre. A partir de esto, Nahuel Gallardo escribió: “Buen día recién salí a comprar por el barrio 213 y me encontré con esta tortuga caminando por la calle Filippo”.
Horas más tarde la hija de la dueña advirtió sobre el posteo y se comunicó para que el animal pudiera volver con su madre.
Mientras que este 24 de diciembre otra tortuga volvió a perderse. En la publicación la usuaria “Lu Arias” daba cuenta del hecho: “Buenas, sé que este no es el lugar, pero es el más leído. ENCONTRÉ TORTUGUITA. No la puedo tener por mucho, si es de alguien porfa que se comunique”, expresó.
Para evitar que el animal caiga en las manos equivocadas, la vecina no publicó imágenes de la mascota. Horas más tarde comentó que ya estaba reunida con su familia que debía de responder preguntas claves para corroborar que eran los dueños.
El caso Franklin
Otro caso paradigmático, fue el de Franklin, aunque sucedió en mayo del 2020 y no para las fiestas decembrinas, el caso sorprendió a la ciudad ya que el animal caminó desde la casa que tienen sus dueños por la zona de Rawson y Pellegrini y apareció en los departamentos ubicados por la calle Banciella.
En esa oportunidad Franklin caminó unas 15 cuadras desde su casa y nadie sabe cómo llegó hasta ese sector tan cercano a la Autovía 17 de Octubre.
Cuando todos parecían haberse olvidado del tema, el 24 de diciembre del 2020 otra mascota desapareció de su vivienda. En esta oportunidad, una vecina encontró al animal cruzando las calles Jujuy y Chile. Luego el milagro se hizo realidad y apareció la dueña y el reencuentro.
¿Qué dicen los expertos?
Pese a que la teoría de los fuegos artificiales pueda sonar convincente, los especialistas sostienen que una de las razones por las cuales las tortugas pueden llegar a “fugarse” tiene que ver con el celo. Resulta que los machos en busca de hembras suelen recorrer hasta 100 metros.
Incluso, sostienen profesionales, quienes tienen estas mascotas viviendo en altura, como edificios, son capaces de arrojarse si huelen a una hembra en celo, con lo cual las medidas deben extremarse por estas fechas.
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