Antonio Miranda, un albañil de 58 años, vive una dura realidad desde que en julio de 2022 ganara 100 millones de pesos en una máquina tragamonedas del Casino Club de Río Gallegos. A casi dos años del hecho, el premio sigue sin pagarse y Miranda se encuentra en una batalla legal contra la empresa.

Vine a Formosa porque con la crisis en Piedra Buena no había trabajo. Además, estoy cuidando a mi madre que está muy enferma. Y esperando. Estamos en juicio, pero hasta ahora, nada. Aquí la cosa tampoco está muy buena. Por eso vivo de changas. Pero la vamos llevando”, relata Miranda a Red43.

La odisea de Antonio comenzó cuando viajó a Río Gallegos para realizar trámites. Para pasar el tiempo, decidió entrar al casino, donde invirtió seis mil pesos en una maquinita. La sorpresa llegó cuando la máquina le otorgó un premio de 100 millones de pesos.

Sin embargo, la alegría duró poco. Empleados del casino alegaron un mal funcionamiento de la máquina y se negaron a pagar el premio. Miranda, con la ayuda de otros presentes, tomó fotos del display de la máquina como prueba.

Desde entonces, la vida de Antonio se ha visto envuelta en incertidumbre y dificultades. Perdió su trabajo, sufrió problemas de salud y se vio obligado a mudarse a Formosa para cuidar a su madre enferma.

Hay que esperar porque hay un juicio en marcha. No me queda otra. Mientras tanto estoy aquí en Formosa porque mi madre me necesita. Cuando surge algún trabajo, salgo y lo hago. Y así vamos viviendo“, explica Miranda.

A pesar de las adversidades, Antonio mantiene la esperanza de recibir lo que le corresponde. “Se qué no será fácil. Pero gané en buena ley. Me tienen que pagar. Y si no, viviré como siempre, trabajando para ganarme el mango día a día”, afirma con determinación.

EN ESTA NOTA antonio-miranda casino

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios