Agosto, el mes del Macá Tobiano: el director ejecutivo de la asociación Ambiente Sur, Germán Montero, visitó este viernes los estudios de Radio LU12 AM680 Río Gallegos para hablar acerca de las actividades que impulsan durante las próximas semanas, además de analizar la situación actual de una especie que estuvo al borde de la extinción y que hoy, gracias al trabajo conjunto entre varias instituciones, su recuperación avanza pero sigue siendo un desafío.
En ese sentido, destacó que “agosto es un mes especial para Ambiente Sur”, considerando el inicio de la migración del Macá Tobiano hacia sus sitios reproductivos, razón por la cual la organización celebra un nuevo ciclo de vida.

Germán Montero, miembro fundador de la asociación, recordó que el Macá Tobiano fue descubierto para la ciencia en 1974 en la Laguna de los Escarchados, al oeste de Santa Cruz. Desde entonces, su historia ha estado marcada por periodos de investigación, abandono y recuperación. A fines de los años 90, estudios en los estuarios santacruceños confirmaron su patrón migratorio: pasa el invierno en el litoral y regresa en primavera a las lagunas de la meseta para reproducirse.

En el primer tramo de la entrevista en su visita al programa “La Mañana de LU12”, con Pablo Manuel y Nazarena Malatesta, recordó que en 2009, Ambiente Sur y Aves Argentinas lanzaron el Proyecto Macá Tobiano, motivados por una caída poblacional del 80%. De una estimación de 3.000 ejemplares, se pasó a menos de 1.000, lo que llevó a recategorizar a la especie en “peligro crítico”. Actualmente, los censos sistemáticos contabilizan alrededor de 800 individuos. “Es una especie que ha evolucionado durante miles de años y que aún conocemos poco. Su éxito reproductivo depende de múltiples factores, desde la disponibilidad de agua hasta las condiciones climáticas”, explicó Montero.

La cría en cautiverio, aunque compleja por las particularidades alimenticias de los pichones, ha permitido liberar algunos ejemplares. En mayo pasado, se devolvieron al medio silvestre individuos en el estuario del río Santa Cruz, aunque aún no se han registrado avistamientos posteriores.

Montero subrayó que las aves son indicadores de la salud de los ecosistemas y que su conservación beneficia también a las comunidades humanas. “En lugares como Puerto Santa Cruz, donde en invierno se concentra más del 80% de la población de macás, cualquier alteración puede ser crítica”, advirtió.

Consultado sobre el desarrollo de distintas energías y la explotación de recursos naturales, -como el impulso de parques eólicos- y el impacto que estos proyectos tienen con las aves migratorias, Montero mostró una postura favorable, pero con planificación: “Somos pro energias renovables”, aseguró.

Propiciamos la transición energética, pero debe hacerse de la mejor manera, estudiando, dialogando y evaluando los costos. Hay que definir para quién será esa energía y cuáles serán los impactos sobre la biodiversidad”. Recordó que existen zonas sensibles que deben preservarse, especialmente en la ruta migratoria de especies playeras que recorren miles de kilómetros.

“Hay que estudiar, sentarse y dialogar”, dijo Montero al marcar que “es una discusión a hacer, pero con todas las cartas en la mesa” y marcando que como asociación “en base al trabajo científico de estudiar las migraciones de las aves, proponemos zonas sensibles“, al marcar la defensa sobre el estuario del río Gallegos “.

Germán Montero en el programa “La Mañana de LU12”, con Pablo Manuel y Nazarena Malatesta.

El trabajo de Ambiente Sur no se limita al Macá Tobiano. Proyectos como la Alianza por la Estepa promueven prácticas ganaderas compatibles con la conservación, mientras que programas educativos fortalecen la conciencia ambiental desde las escuelas. Montero lamentó que en algunos sectores se minimice la crisis climática o se recorten fondos para conservación: “El cambio climático es innegable. Negarlo y retroceder en políticas ambientales es dañino”.

 

Durante agosto, la organización desarrolla actividades en el Centro de Interpretación Ambiental de Río Gallegos, charlas en escuelas, obras de teatro y avistajes guiados. Este año, además, se incorporaron binoculares fijos en la costanera local y en Puerto Santa Cruz, que permiten observar aves sin interferir en su hábitat.

“Queremos que más personas conozcan y valoren a esta especie única. El Macá Tobiano nos recuerda que la salud de la naturaleza y la de nuestras comunidades están íntimamente ligadas”, concluyó Montero, anticipando que a mediados de mes lanzarán la campaña “El llamado de la estepa” para reforzar el vínculo entre la ciudadanía y los ambientes patagónicos.

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