Héctor Manuel Irastorza fue secuestrado el 10 de febrero de 1977. Tenía 25 años y había se había recibido de veterinario en La Plata, donde también militaba en la Juventud Universitaria Peronista.

En enero de 1976 fue destinado como soldado conscripto del servicio militar al Escuadrón de Caballería Blindada 9, ubicado en Puerto Deseado, Santa Cruz, a cargo del coronel Juan José Luis Vargas.

En ese fatídico verano del ’77, Héctor había vuelto a la casa de sus padres en La Plata tras solicitar licencia. Antes de regresar a Puerto Deseado para finalizar el servicio, un grupo de tareas entró al edificio donde se había hospedado Irastorza y revisaron todos los departamentos.

El entonces mayor Vargas ordenó a Héctor cumplir con una comisión en Comodoro Rivadavia, Chubut. El 10 de febrero de 1977, el soldado se subió a un micro de la empresa Transportes Patagónicos junto al cabo enfermero Luis Alberto Montenegro.

Poco tiempo después, Héctor Omar y Huri Questa de Irastorza viajaron a Deseado para visitar a su hijo. No lo encontraron. Cuando reclamaron ante el coronel Vargas, respondió que el joven no se había presentado en el Escuadrón el día pactado y declararon su deserción. 

Una marcha y su cara en “La Cacha”

Huri se sumó a las marchas de la resistencia de las Madres de Plaza de Mayo. Llevaba una foto de su hijo sobre su pecho reclamando por su aparición con vida. Una chica se acercó a ella y le dijo que había estado con Héctor.

Nunca había llegado a Comodoro Rivadavia. Lo bajaron antes en medio de la ruta. Lo tuvieron secuestrado en un calabozo y luego lo llevaron al centro clandestino de detenciónLa Cacha“, en La Plata.

Tiempo después, Huri recibió una carta escrita por otra mujer que había estado detenida con Héctor y se había exiliado a Suiza tras su liberación.

“Yo estuve con Héctor, le decían ‘El Pesca‘. Nuestros ‘colchones’ en el piso estaban bastante cerca y pudimos charlar bastante. Así supe que él estaba haciendo el servicio militar en el sur cuando lo detuvieron y luego lo llevaron a La Cacha, donde estuvo en los meses de marzo-abril de 1977, hasta que un día trasladaron a todos los conscriptos juntos a otro lugar, nunca supe dónde, y, desde ese momento no tuvimos más noticias de ellos”, decía el texto.

Juicio y querella

En 2017, Lucas Colla, a cargo de la Fiscalía Federal de Caleta Olivia, solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra los coroneles retirados Juan José Luis Vargas y Norberto Miguel Giordano y el suboficial Lorenzo Fernández por la desaparición en Puerto Deseado del conscripto Héctor Manuel Irastorza, ocurrida luego de que se lo enviara a una comisión de servicio en 1977.

También pidió la extracción de testimonios para profundizar la investigación respecto del cabo enfermero Luis Alberto Montenegro.

El caso es el primero que involucra delitos de lesa humanidad en ser elevado a juicio en la provincia de Santa Cruz.

Ahora, la secretaría de Derechos Humanos de la provincia informó que el Poder Judicial de la Nación hizo lugar al pedido de la provincia para ser querellante en la investigación por la desaparición forzada de Héctor

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