Especialistas del Conicet trabajan en la fabricación de un kit de detección y un biocida efectivo para dos enfermedades parasitarias que atentan respectivamente contra la salud humana y animal, informó el organismo científico.
Se trata de la tricomoniasis humana, infección que se origina vía transmisión sexual, y la tricomonosis bovina, que afecta el tracto genitourinario del ganado bovino.
Un grupo de especialistas del Conicet en el Laboratorio de Biología Molecular, Inmunología y Microbiología (LaBIM) del Instituto Multidisciplinario de Salud, Tecnología y Desarrollo (ImsaTeD, Conicet-UNSE), bajo el liderazgo de Fernando Rivero, buscan frenar las dos parasitosis a través del desarrollo de métodos de diagnóstico, tratamiento y prevención.
Ambas enfermedades pueden ser tratadas con drogas para eliminar los parásitos del organismo pero estos tratamientos no impiden la reinfección ya que los invasores muchas veces presentan resistencia a los fármacos desarrollados en la actualidad y algo parecido ocurre con el desarrollo de vacunas donde no se avanzó aún en la producción de opciones para afrontar la tricomoniasis humana y, en el caso de la tricomonosis bovina, se probaron algunas alternativas que no tuvieron una alta efectividad.
Rivero consideró que se encuentran frente al desafío de generar respuestas rápidas en métodos de diagnóstico y tratamientos efectivos.
Explicó que la tricomoniasis se transmite por vía sexual siendo su agente causal el Trichomonas vaginalis (Tv), un protozoario parásito que afecta los sistemas urinario y genitales de los seres humanos.
En los hombres no suele presentar sintomatología, a pesar de que estos son los principales transmisores; sin embargo, en las mujeres produce más daño, pudiendo generar no sólo enfermedades inflamatorias, sino también abortos e infecciones en el tracto genitourinario o incluso del peritoneo.
"Debido a la dificultad que implica detectar esta infección y sobre todo en muestras de pacientes masculinos, es necesario disponer de un método de análisis en el laboratorio que identifique al parásito en forma rápida y efectiva para evitar su propagación", enfatizó el investigador.
Desde el laboratorio del ImsaTed se analizan las variaciones antigénicas de las proteínas de superficie de los parásitos que revelan un ingenioso mecanismo utilizado para evadir la respuesta inmune ya que los parásitos "hacen como un cambio de disfraz de estos microorganismos unicelulares al ingresar a nuestro cuerpo, para que éste no los pueda reconocer y así logren evadir al sistema inmunológico".
"Si logramos manipular este proceso estaremos cerca de lograr una vacuna efectiva para prevenir y/o tratar la tricomoniasis humana", remarcó.
La tricomonosis bovina se ubica en la cavidad prepucial de los toros infectados y puede ocasionar abortos e infertilidad en las vacas, y así impactar directamente en el desarrollo productivo y económico regional. (Télam)

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