La imagen llamó la atención a los fieles de la Parroquia San Juan Bosco y vecinos que pasaron por el lugar. Un colectivo de larga distancia rosado y adornado como si fuera coche de boda estaba estacionado a las 20.30 horas en Avenida Kirchner y Jofre de Loaiza de Río Gallegos.
Media hora después las calles céntrica dela capital de Santa Cruz eran un alboroto de bocinazos y gritos de alegría. Con el novio al volante y la novia al lado, el colectivo iba repleto de invitados que se dirigían al salón de fiestas para celebrar ese viaje de ida.
Mónica y Francisco decidieron utilizar el colectivo donde trabajan como coche de casamiento. Y además llevar, ellos mismos, a todos los invitados de su fiesta.
La Opinión Austral pudo conversar apenas unos segundos con los novios en al esquina de Zapiola y Avenida San Martín. No llegaron a contar su historia de amor pero los más experimentados recordaron la telenovela de Delia Gónzalez Márquez, “Un mundo de veinte asientos”, portagonizada por Claudio Levrino, Gabriela Gili y María de los Ángeles Medrano.
Para los más jóvenes, la trama se centraba en la historia de amor entre un colectivero y una muchacha que se hacía pasar por la mucama de una familia de buena posición económica. La telenovela tuvo altos niveles de audiencia y generó un fervor del público similar al que años antes había tenido Rolando Rivas, taxista.
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