Es uno de los dolores crónicos más usuales y solemos combatirlo tomando analgésicos o antiinflamatorios de venta libre. Sin embargo, cuando la molestia responde a patologías más complejas, es imprescindible la visita al médico.
Esfuerzos cotidianos como correr un mueble al limpiar o levantar una caja en una mudanza pueden desencadenar en dolor de espalda, aunque también conducir durante un tiempo prolongado o bien tender la cama suelen causar molestias. “El dolor de espalda es probablemente el síntoma más común que se observa en un consultorio quiropráctico”, dice el Dr. Marcelo Barroso Griffiths (MN 9784 especialista en quiropraxia. Sin embargo, son muchas las personas que acuden a la automedicación.
Según un estudio realizado por la consultora Voices!, 6 de cada 10 argentinos tomaron analgésicos o antinflamatorios en el último año. Los dolores pueden ser variables y aparecer por estrés, tensión muscular producto de una sobrecarga del músculo haciendo ejercicio, malas posturas debido al uso de dispositivos tecnológicos, problemas para dormir e infinidad de patologías más severas, que pueden desencadenar dolores agudos o crónicos.
Según la Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (AAMHEI los síntomas del dolor crónico afectan la calidad de vida de los pacientes y causan limitaciones laborales y sociales. “Por eso requieren del uso recurrente de recursos médicos como consultas a distintos especialistas, ingesta de medicamentos y/o analgésicos, realización de tratamientos o abordajes terapéuticos, lo que tiende a generar una carga socioeconómica importante”, dice el Dr. Leonardo Ramallo, MN 131079, director de la Comisión de Clínica Médica de AAMHEI. Y agrega: “En la actualidad, en Argentina no se conocen datos oficiales, pero en Europa la prevalencia de dolor crónico en la población se ha estimado en 20%. El dolor lumbar es la causa principal de dolor crónico moderado a severo”.
Cuando hablamos de dolores de espalda, por lo general, nos referimos a molestias crónicas causadas por enfermedades como fibromialgia, artritis, artrosis, hernias discales, ciatalgias, dolor postherpético, neuralgia del trigémino, migrañas en racimos, síndrome de dolor regional complejo y neuropatía del diabético. “Este tipo de dolores son los más difíciles de resolver por los médicos, ya que abarcan componentes físicos y psicológicos como ansiedad, movilidad reducida, alteraciones del sueño y del apetito y depresión”, agrega Ramallo.
Echarle la culpa al estrés
Según el Dr. Gonzalo Yamauchi, especialista en Medicina Familiar y Medicina Musculoesquelética, presidente de LAOM (Asociación Latinoamericana de Medicina Musculoesquelética) y médico de familia del Hospital Italiano de Buenos Aires, las personas más afectadas por dolores de espalda son los de 50 años y más. “Existe en niños o adolescentes dolor de espalda producido por escoliosis pero en general, y dependiendo del grado de escoliosis, mejoran con ejercicios”.
En opinión de Barroso Griffiths, la relación entre las emociones y el dolor de espalda es real. “Se cree que el 90% de los padecimientos físicos tienen alguna conexión con la columna vertebral, ya sea que pequeños desplazamientos de las vértebras opriman los nervios que alimentan a los órganos, dañándolos indirectamente. O que un problema en el cuerpo ocasione una tensión que termine por dañar al sistema nervioso y, en consecuencia, a la columna vertebral”, afirma.
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