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En entrevista con Radio LU12 AM680 de Río Gallegos, César Zapata, secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) en Puerto Madryn, advirtió sobre el impacto que está provocando la paralización de la zafra del langostino en la Patagonia, y apuntó directamente contra empresarios del sector pesquero.

“Realmente estamos preocupados en toda la parte sur y norte marítima. Lo que nos están haciendo es doloroso, nos están extorsionando con nuestros propios recursos”, afirmó Zapata, quien describió un panorama crítico para miles de trabajadores. “La situación es mala. La gente no tiene cómo llevar un plato de comida a su casa. Hay cortes de luz, cortes de gas. Todo por un par de empresarios que están decididos a tocarnos el convenio colectivo de trabajo y reducirnos el salario en un 30%”, denunció.

César Zapata, secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) en Puerto Madryn.

Mientras tanto, el sindicato sostiene protestas en Puerto Madryn. Este jueves iniciaron un corte en la ruta provincial N° 1 a la altura de la rotonda que comprende el tramo de Puerto Madryn hacia Puerto Pirámides, situación que continuó durante la jornada de este viernes.

El conflicto lleva meses sin resolverse, con puertos prácticamente inactivos y sin señales concretas de destrabe. “Lo vemos muy difícil. El único que tiene herramientas para resolverlo es el Consejo Federal Pesquero, pero entendemos que esto es más un capricho que otra cosa. Son dos o tres empresarios obsesionados con modificar los convenios. Sabemos que si logran tocar uno, van a venir por todos”, remarcó el dirigente sindical.

Zapata también alertó por los plazos críticos que enfrenta el sector: “El 1 de octubre termina la pesca del langostino. Los tiempos se acortan y nosotros dependemos exclusivamente de esta actividad”.

En ese sentido, lamentó que las reuniones concretadas esta semana en Buenos Aires, en la Secretaría de Trabajo de la Nación, no hayan logrado destrabar el conflicto.

Durante el encuentro, las cámaras plantearon una propuesta acordada previamente con el Ministerio de Capital Humano. Incluía la posibilidad de que el 70% del salario se liquidara como no remunerativo, con el objetivo de generar alivio fiscal para las empresas y un mejor sueldo de bolsillo para la marinería.

El corte del SOMU en la ruta provincial N° 1 en cercanías de la rotonda del tramo que une a Puerto Madryn con Puerto Pirámides. FOTO: DIARIO JORNADA

Pero el punto más conflictivo fue la propuesta de aplicar un tipo de cambio diferencial para la liquidación de salarios por producción, lo que implicaría una reducción indirecta del ingreso real de los tripulantes, sin modificar el esquema de producción.

La zafra del langostino debería haber empezado a fines de mayo. La próxima audiencia para intentar llegar a un acuerdo, fue fijada para la semana que viene, el miércoles 25 de junio. Para esa fecha se estarán pisando los 30 días sin salir al mar.

Más allá del impacto directo sobre los obreros marítimos, el referente del SOMU subrayó que la paralización afecta a toda la cadena socioeconómica de la ciudad y la región. “En Puerto Madryn hay más de 15 mil familias que dependen de esto. Están los amarradores, estibadores, talleres navales, empresas de estiba, el supermercado, el taxista, los hoteles. Todos están detrás nuestro”, concluyó.

De las reuniones fueron parte los gobernadores de Santa Cruz, Claudio Vidal, y de Chubut, Ignacio Torres. Así como también el intendente de Puerto Deseado, Juan Martínez y de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, dos de las localidades afectadas.

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Los gobernadores de Santa Cruz, Claudio Vidal, y de Chubut, Ignacio Torres. Así como también el intendente de Puerto Deseado, Juan Martínez y de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, en una de las reuniones.

Pese a que el Gobierno de Santa Cruz anunció la decisión de aplicar una quita del 2,5% al valor que pagan los buques por el combustible, como medida para aliviar los costos operativos y acompañar al sector en este contexto complejo, entre otras variables que se han analizado en las reuniones con empresarios, funcionarios y sindicalistas, la situación no ha prosperado.

Mientras se acumulan los días sin actividad, crece la tensión en los puertos patagónicos, y desde los gremios advierten que la falta de respuestas agrava un conflicto que ya golpea de lleno a comunidades enteras

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