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A las presiones por el dólar y las derrotas ante la oposición en el Congreso en plena campaña electoral, el presidente de la Nación, Javier Milei, sumó esta semana un frente inesperado con potencial de dañar uno de los pilares “anticasta” sobre los que construyó su imagen y la de su gobierno, al borde de las urnas de medio término. Se trata de la investigación judicial sobre unos audios que se le adjudican a un (ahora) exfuncionario y (¿ex?)amigo, Diego Spagnuolo, donde revelaría un supuesto entramado de corrupción en el área de Discapacidad y que salpicaría a su mano derecha y persona de máxima confianza en la vida y en la gestión, la secretaria general de la Presidencia, “El Jefe”, Karina Milei.

El sacudón político se sintió pasada la mitad de la semana en la Casa Rosada, donde los ojos de varios funcionarios y colaboradores habitués no pudieron ocultar el desconcierto. Las grabaciones sobre las que aún no se comprobó su veracidad, impactaron levemente primero en las redes sociales y fueron ganando relevancia hasta llegar al despido de Spagnuolo, quien se negó a renunciar. Cuando la justicia federal intervino, la noticia ya retumbaba en todos los canales de noticias.

Previo a la escalada de esos audios en redes, el líder de La Libertad Avanza se defendió con su habitual soltura de las tensiones que lo acechan. En el discurso que brindó el último miércoles en el Consejo de las Américas minimizó el impacto de la volatilidad cambiaria y pidió aceptar que “el dólar flota”; resistió las acusaciones de mala praxis con la tasa de caución que las empresas miran con lupa y exigió a los empresarios “menos llanto“.

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Javier Milei estuvo en Rosario el último viernes acompañado por Karina Milei, Luis Caputo y Manuel Adorni.

Milei adjudicó esos cimbronazos al “riesgo kuka, misma y ya gastada razón de todos los males con la cual también explicó porqué continuó acumulando reveses en el Congreso (sólo logró evitar la insistencia al veto presidencial al aumento para los jubilados). En el Parlamento la oposición peronista y/o kirchnerista votó en rechazo al veto a la mejora de los fondos que se destinan a Discapacidad, también los exdialoguistas; y ¡también! cuatro diputados del oficialismo (acto seguido, abandonaron el bloque).

Para el viernes, cuando dio otro discurso en la Bolsa de Comercio de Rosario, la expectativa ya se centraba en cuál sería su reacción al escándalo de los audios. Milei escogió ignorarlo y no hizo mención. Sí viajó a Santa Fe acompañado por Karina Milei. La cúpula libertaria evalúa con extremo cuidado por estas horas cuál será la estrategia de control de daños ante el escándalo Spagnuolo.

Audios y control de daños

Los que los conocen a los Milei los piensan como un bloque de poder inquebrantable. Nunca, en lo que va de gobierno, la cúpula libertaria atravesó un terremoto político de esta magnitud, con un veloz correlato judicial, y ocurre a un mes de las urnas bonaerenses, a casi dos de las legislativas nacionales.

La hermana del Presidente venía de desmentir a comienzos de la semana y de llevarse una retractación inmediata y disculpa pública de una de las conductoras del prime time televisivo de la mañana, Pamela David, que en su programa Desayuno Americano, del canal América, la había acusado de usar un Rolex de 25 mil dólares. Negó en seguida esa afirmación y adjudicó el comentario a una intención de lastimar al gobierno cerca de las urnas.

Cuando Pamela David reconoció el error, la funcionaria más importante del gobierno arremetió sin piedad: “Espero la aclaración de mañana en tu programa, Pamela. Asumo que tendrá la misma efusividad con la que hoy difundieron la mentira. Es bueno reconocer cuando uno se equivoca, pero cuando el error es siempre para el mismo lado, el vicio queda manifiesto. También deberías pedir perdón por todas las veces que en los últimos 2 años difamaste al Presidente con mentiras, calumniando e injuriando sin parar, con el único objetivo de beneficiar políticamente a tus amigos”, cerró el asunto Karina Milei a sabiendas de lo importante que es mantener al gobierno que propone “un cambio de 180 grados” –como suele repetir el Jefe de Estado- alejado lo más posible de cualquier atisbo que lo emparente con la “casta política”, a la cual califica el partido violeta como corrupta.

“El Jefe” no actuó así cuando los audios filtrados y clandestinos detonaron en los medios. En esas grabaciones se la señala como parte de un aparente mecanismo de sobornos instrumentado a través de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). David se despachó: “a mí bien me corrigió y no es capaz de negar un audio con semejante barbaridad donde se la trata de coimera”.

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Javier Milei y Diego Spanuolo en Olivos.

La voz en esas grabaciones se le adjudica al ahora exdirector de ANDIS, quien fue echado por Milei en un contexto casi desesperante para sus alfiles de la Casa Rosada. Se trata de Diego Spagnuolo, abogado y asiduo visitador de la Quinta de Olivos y el Palacio de Gobierno, quien por la tarde del último jueves –después de la publicación del material en el programa Data Clave que se emite por el canal de streaming Carnaval- dejó de responder los mensajes y los llamados de los colaboradores del Presidente.

La alarma derivó en el desplazamiento exprés que el vocero presidencial, Manuel Adorni, informó a última hora. Cuando arrancó el viernes, los audios en cuestión ya eran investigados por el fiscal federal Franco Picardi y la causa había dado pasos agigantados: 14 allanamientos. A Spagnuolo, después de buscarlo varias horas, no lo detuvieron, pero le secuestraron su celular (una pieza sinónimo de vértigo político para sus contactos), dinero y una máquina de contar billetes. Además, la justicia le prohibió salir del país.

Para ese entonces, un análisis de conversación pública digital de la consultora AdHoc reveló que “en 72 hs el caso Spagnuolo generó un volumen superior a las repercusiones del discurso en Davos de este año”.

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Impacto en la conversación digital del caso Spagnuolo medido por AdHoc.

En los audios revelados por fuentes periodísticas habría declaraciones que se le adjudican a Spagnuolo –aparentemente durante una conversación en una confitería del centro porteño-; en una de esas cuenta que puso al tanto del robo al Presidente: “Yo fui y le dije: “Javier, escuchame, yo estoy denunciando todo el choreo, todo esto… y abajo tengo gente que va a pedir guita“.

Spagnuolo quedó “afuera” y deberá dar las explicaciones que le exija la justicia. Hay versiones de que estaría dispuesto a ratificar lo dicho en esos audios, como arrepentido. Está por verse. Si lo hace, en la Casa Rosada no descartan denunciarlo.

Primeras reacciones oficiales

Ya a últimas horas del viernes, desde La Libertad Avanza hubo algunas reacciones del círculo de confianza de los Milei. En redes se lo señaló a Spagnuolo como parte de “una operación para lastimar al Presidente” y subrayaron que los audios “están editados”. De pasillo, en Balcarce 50, trataron a Spagnuolo de “mitómano” y relacionaron la filtración del material con la ruptura del bloque en la Cámara de Diputados, donde cuatro libertarios pasaron a formar un bloque propio, “Coherencia”.

Uno de esos rupturistas es el diputado por San Luis, Carlos D’Alessandro, quien fue uno de los heridos en el cierre de las listas nacionales. Subrayaron en la Rosada que poco antes de que se hicieran públicos los audios, había brindado una en el streaming Carnaval en la que apuntó directamente a la mano derecha de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem, como uno de los que intervinieron en el armado puntano y criticó duramente ese movimiento. El señalado sería uno de los principales acusados en los audios de Spagnuolo junto a Karina Milei, de instrumentar un aparente pedido de coimas a través de la droguería Suizo Argentina del empresario Eduardo Kovalivker.

Oficialmente, la voz autorizada para hablar fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien arrancó los esfuerzos por despegar a Javier Milei y subrayó: “Yo le comenté al Presidente esto de Spagnuolo y me dijo: ‘A mí jamás me hizo un comentario sobre esto’”. Y agregó no tener “absolutamente ninguna constancia” de la existencia de un “sistema irregular de retornos”.

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