“Nosotros somos 100% estatal: el Estado tiene que aprovechar este recurso. Tenemos la obra más importante en materia de obra pública y energía del país que son las represas del sur con financiamiento externo. Tenemos como prioridad absoluta la ejecución de la obra de las represas“, dijo Andrés Cirnigliaro, titular de IEASA (Integración Energética Argentina Sociedad Anónima), como se la bautizó durante el gobierno de la alianza Cambiemos.

El ex presidente de Servicios Públicos detalló que van a “revertir la ralentización de la obra para llegar a un nivel de actividad óptimo. Estamos trabajando en ese sentido y aun durante la pandemia logramos establecer una serie de protocolos que nos permitiese mantener la actividad en la obra, y lo que proyectamos es, una vez superada la veda invernal que está atravesando la Patagonia, tomar una serie de decisiones concretas de nuestra parte para que podamos reactivar y alcanzar los niveles de actividad que nos permitan cumplir con los objetivos, que son tener la primera turbina funcionando en septiembre de 2023“, adelantó.

En declaraciones a Radio Rebelde, el titular del organismo, que en el gobierno kirchnerista se llamaba Enarsa (Energía Argentina Sociedad Anónima) y volverá a serlo, se refirió a la importación de gas y a la necesidad de mejorar la producción para evitarla.

Tener la primera turbina funcionando en septiembre de 2023

“Nosotros hacemos dos tipos de importaciones, gas natural que viene de Bolivia y gas natural licuado que viene en barcos hasta el regasificador en Escobar. Hay algunas cosas que estamos todavía analizando de lo que hacía la gestión anterior de IEASA”. Sin embargo, “Argentina tiene que ir en un sendero de recuperación de la producción nacional que posibilite la menor importación a lo largo del tiempo”, aseguró Cirnigliaro.

El rol de Enarsa

Enarsa fue creada en el año 2004, en los primeros años de gobierno de Néstor Kirchner, con el propósito que el Estado tuviese un actor protagónico en el sector energético, un sector que se caracteriza por pertenecer al sector privado.

“Nuestra intención es cambiar el nombre a Enarsa y estamos trabajando en un proyecto de decreto que no sólo modifique el nombre, sino que desestime la línea programática que impulsó el macrismo para que recupere un rol protagónico en el sector del gas y la energía eléctrica”, insistió.

Nuestra intención es cambiar el nombre a Enarsa

Para Cirnigliaro, en términos tarifarios, lo que sucedió en los últimos cuatro años fue que “se llevó adelante el plan del ex ministro Aranguren (Juan José), que en su momento lo que hizo fue establecer un precio de referencia alto, equiparando la demanda con la oferta con ese precio relativo. Eso desencadenó una serie de aumentos continuados hasta el año pasado, que se congelaron por la campaña electoral”.

Por eso ahora creen que es necesario que “en la Argentina se dé una discusión profunda de los marcos normativos que están vigentes para la energía eléctrica y el gas“, finalizó.

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