El presidente de YPF, Guillermo Nielsen, encabezó la asamblea anual de accionistas de la empresa, en donde se analizó y aprobó el balance de la compañía y, entre otros puntos, se designó a Sergio Affronti como el nuevo CEO.

En su discurso, Nielsen comenzó diciendo que “el año 2020 se caracteriza por un camino muy complejo, ya que enfrentamos múltiples desafíos de magnitud, tanto internacionales como locales, pero estoy convencido que, junto a los miembros del Directorio, junto también al equipo gerencial con que contamos, a la  capacidad de los trabajadores, al acompañamiento de nuestros proveedores y sobre todo gracias a la fidelidad de los clientes de YPF, podremos superar los obstáculos y retomar nuestro sendero de crecimiento consolidando”.

Contexto internacional

El presidente de YPF no pudo escapar a la realidad de pandemia por coronavirus que impacta de manera transversal en todo el mundo, incluyendo a la actividad energética, que se vio particularmente afectada: “Las principales economías del mundo entraron en cuarentena y la demanda de combustibles cayo en forma pronunciada”.

“Si nos remontamos a comienzos de año, la primera señal adversa fue la caída de la demanda de hidrocarburos de China, el país donde se generó el virus del COVID-19, siendo el segundo consumidor de petróleo y gas a nivel mundial . Ya en ese entonces se produjo un primer impacto en los precios del crudo, que en esos meses promediaron una caída de aproximadamente el 27% para el WTI y del 28% para el Brent“, explicó.

“Dada la fuerte caída de la demanda global de petróleo a niveles similares a los del año 1995”, siguió, “y la poca capacidad de almacenamiento, estamos transitando una etapa de altísima volatilidad, en que algunas noticias llevan a repuntes transitorios de los precios, para volver a caer poco después, o retomando una cierta estabilidad siempre a precios muy bajos”.

 

“Nos encontramos en una situación muy atípica en la que la demanda, a consecuencia de la cuarentena puesta en práctica en los principales mercados del mundo, y de la extraordinaria acumulación de stocks, se ve impedida de responder a la baja de precios”, describió Nielsen.

 

“Está claro que nos encontramos frente a la crisis más importante de la industria petrolera, con alta volatilidad de precios e incertidumbre acerca de los escenarios de la demanda futura”, sentenció. “La estabilización de estas variables responderá a cómo irá evolucionando a nivel internacional la pandemia, especialmente en los Estados Unidos, Asia y Europa (los principales consumidores), y cómo paulatinamente se irá recomponiendo la demanda de los productos energéticos al compás de abandono gradual de las cuarentenas que permitirán la reanudación de los desplazamientos. Pero, en este momento, el escenario se presenta aún incierto”.

La situación en Argentina

“Nuestra industria venía de una situación anómala por el congelamiento de precios decretado en agosto del año pasado. En 2019, los precios de los combustibles se ubicaron en promedio en el mínimo de los últimos diez años en términos reales, explicado por la abrupta devaluación y la incapacidad de armonizar la situación general en el sector petrolero con la situación macroeconómica”, explicó Nielsen respecto al contexto local.

Está claro que nos encontramos frente a la crisis más importante de la industria petrolera

En este sentido, subrayó que en el contexto en que se encontraba la industria petrolera argentina cuando la impactó la pandemia del COVID-19, empeoró la demanda por la cuarentena obligatoria establecida por el DNU 297/2020 y sus sucesivas prórrogas, “con la caída de la demanda interna de los productos derivados del petróleo (de alrededor del 70%)”.

A modo de ejemplo, indicó que “desde que se implementó la cuarentena las ventas de naftas de YPF cayeron aproximadamente un 75%, las de gasoil un 45%y las de jet fuel un 95%”.

“Por otro lado, y en el contexto del congelamiento de precios, hemos sido impactados recientemente con el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) en un30 por ciento tanto para naftas como para gasoil, sin poderlo transferir a los consumidores. Para YPF esto significa una detracción del precio recibido en el surtidor de un 6 % en promedio”, agregó.

YPF a futuro

El titular de la empresa estatal destacó una serie de puntos a tener en vistas a futuro respecto a YPF. Entre éstos, destacó que el foco “estará puesto en retomar la sanidad financiera con niveles de deuda y obligaciones manejables. El futuro en el corto plazo y nuestra capacidad de volver al mercado de capitales van a estar muy influenciados por lo que pase con la reestructuración de la deuda soberana que está gestionándose en estos días. Mientras tanto, estamos golpeados por el riesgo-país, y por la falta de profundidad del mercado de deuda en pesos, que obliga a que empresas de nuestro tamaño y de nuestras ambiciones tengan que tomar su deuda fundamentalmente fuera del país”.

Con la cuarentena, las ventas de naftas de YPF cayeron aproximadamente un 75%

A esto sumó que el objetivo a futuro es “lograr una YPF redimensionada, que cuente con más músculo para realizar con éxito los proyectos que se proponga, perfeccionando el proceso de inversión y la ejecución”.

Además, planteó que, respecto a Gas y Energía, la empresa buscará “continuar con el abastecimiento de la demanda estable de gas y daremos los pasos necesarios para lograr de manera rentable exportaciones a los países limítrofes, así como también vislumbrar nuevas oportunidades de exportación de electricidad a esos mercados, buscando la complementariedad necesaria para viabilizar proyectos con nuestros vecinos (Chile, Brasil, Uruguay). Aquí el rol de la generación eléctrica a través de YPF Luz, tanto de fuentes térmicas como de renovables, será fundamental para motorizar estos negocios”.

Como cierre de su discurso, Nielsen anheló que “la empresa retome el rol transformador que se puso de manifiesto años atrás durante la presidencia del Ingeniero Estenssoro, que permitió pasar de una empresa estatal con serias ineficiencias, a una empresa privada eficiente, cotizante en el mercado de Nueva York, un mercado que por la magnitud de los recursos que allí concurren permitió la expansión de la compañía superando las limitaciones financieras del mercado local”.

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