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El Gobierno dispuso un incremento en los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, que impactará en los precios de las naftas y el gasoil a partir de mañana, aunque al igual que en meses anteriores consistió en un traslado parcial de la inflación, con lo que siguen acumulándose cargos que implican mayores ajustes futuros.

Los aumentos se detallaron en el decreto 441/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, en el que se incorpora sólo parcialmente la inflación del primer trimestre de 2024 (que totalizó un 51,6%) pero difiere en su totalidad la de los cuatro trimestres posteriores (segundo, tercero y cuarto del año pasado y el primero de 2025) que acumularon una inflación del 55,9%.

Las alícuotas de los dos impuestos no son porcentajes sin sumas fijas, por lo que su impacto en el precio de venta al público es variable según la marca, el tipo de producto y la localización geográfica.

Si bien la ley 23.966 y sus modificatorias estableció que ambos gravámenes se actualizarían de manera automática en función de la inflación trimestral pasada, desde fines de 2021 esos ajustes se fueron postergando para evitar su incidencia en la inflación, ya que los combustibles son uno de los principales insumos de una economía en la que más de dos tercios de los bienes y servicios se distribuyen por transporte terrestre.

En esta oportunidad, en el caso de las naftas (sin plomo hasta y más de 92 RON y virgen), el traslado aprobado por el Gobierno para julio fue de $6,620 por litro en concepto de Combustibles Líquidos y $0,405 por Dióxido de Carbono.

Por su parte, para el gasoil fue de $5,346 por litro por Combustibles Líquidos ($2,895 para zonas patagónicas y otras) y $0,609 por Dióxido de Carbono.

Otros factores de suba

Pero la incidencia de esos ajustes será menor en comparación con otras variables, entre las que sobresalen dos: los aumentos aún no trasladados de los mismos impuestos y la variación de la cotización del petróleo en el mercado internacional, lo que juntos constituyen una promesa de mayores aumentos en los meses venideros.

Aunque en el mercado se da por sentado que esos ajustes no trasladados de los impuestos se aplicará en agosto, varios analistas ponen en duda que ese traslado se realice por completo en medio del inicio de la campaña electoral, mucho más si se tiene en cuenta que desde mayo del año pasado el Gobierno aplica aumentos parciales para evitar un mayor impacto inflacionario.

Al respecto, debe tenerse en cuenta que, según estimaciones privadas, los aumentos no trasladados representarían un incremento promedio de hasta el 19% en los precios finales de las naftas y el gasoil, por lo que es de esperar que el Gobierno seguirá aplicando ajustes parciales, al menos hasta las elecciones de octubre.

De todos modos, la tendencia hacia una desaceleración de la inflación ayuda en el propósito de acelerar esa puesta al día, que podría completarse en el curso de 2026.

Qué pasará con el precio de los combustibles en junio

La variación del precio del barril del Brent, que se toma como referencia para ajustar los precios de los combustibles en el país, es otro de los aspectos a tener en cuenta para determinar los valores de venta de julio, más allá de que dos compañías ya adelantaron a mediados de junio esa decisión.

Si bien esa cotización acusó una baja sobre el final de la denominada “Guerra de los 12 días”, el promedio mensual mostró una suba del 11,2% respecto de los niveles de mayo, al pasar de un mes a otro de USD 64,45 a USD 71,73.

Las decisiones que al respecto tomarán las principales compañías expendedoras se dará a conocer en el transcurso de la jornada.

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