“Lo mío es vocación. No estudié ni me perfeccioné en ninguna academia”, expresó hace tres años tras ser reconocido como figura ilustre en la ciudad de Buenos Aires. Por el contrario de lo que muchos creen, el artista que marcó para siempre la infancia de millones de argentinos empezó su carrera en radio y no en televisión.

 

Su primer trabajo en pantalla fue en 1952 cuando junto a Délfor Amaranto protagonizó “La revista dislocada”. Con el tiempo y con mayor éxito en los años ’60 y ’70, el humorista que supo combinar la picardía de los chicos con ingenio y creatividad empezó a ocupar un rol protagónico en la TV argentina con “El flequillo de Balá”, “El clan de Balá”, “El circus show de Carlitos Balá”, “El circo mágico de Carlitos Balá”, y “El show de Carlitos Balá”.

Su popularidad fue tal que incluso trascendió la pantalla chica y sus películas se transformaron en las más taquilleras de la época. “Brigada en acción” (1977), “Dos locos en el aire” (1976), “Somos los mejores” (1968), “¡Esto es alegría!” (1967), “La muchachada de a bordo” (1967), “Canuto Cañete, detective privado” (1965). “Canuto Cañete y los 40 ladrones” (1964) y “Canuto Cañete, conscripto del siete” (1963).

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