“Hay que cuidar a los denunciantes éticos”. Esa es la premisa que parece sobrevolar alrededor del periodista de Página/12 Santiago O’Donnell, próximo a publicar un libro con el testimonio exclusivo de Mariano Macri, el menor de los hermanos de ese clan que supo hacer negocios con el Estado -algunos poco claros – y volcar parte de sus fortunas en paraísos fiscales, tal como demostró el propio O’Donnell en otro libro llamado ArgenLeaks, coescrito con el periodista Tomás Lukin.

 

Santiago O’Donnell, el periodista que escribió el libro.

Macri (Mauricio) está desesperado. Seguramente, ante la inminencia de la publicación del libro, que saldrá por la editorial Random House, hablará de “celos” de su hermano menor o incluso lo acusará de sufrir cierto malestar psicológico, tal como hizo con su propio padre, Franco Macri, el jefe de todo el clan.

Pero poco podrá hacer ante la contundencia de más de 17 horas de grabación e intercambios de emails que nutren esta publicación (probablemente titulada “Hermano”); este texto promete brindar detalles escabrosos y ocultos de la venta de IECSA, la constructora del Grupo Macri, a Ángelo Calcaterra, primo y socio en varios emprendimientos; Franco Macri sospechaba que Mauricio se había quedado con la compañía para sacarla de la futura herencia.

La constructora luego pasó a manos (en los papeles) de Marcelo Mindlin, el empresario favorito del expresidente.

Las largas conversaciones con O’Donnell incluyeron detalles hasta ahora no revelados sobre el negociado del Correo, el escándalo de los peajes, los parques eólicos, con ventas y adjudicaciones que vincularían al propio expresidente.

Todos estos temas ya cuentan con sus causas penales correspondientes. El nuevo testimonio promete profundizar cada una de las pesquisas. También habrá detalles de la filtración de los Panamá y Paradise Papers.

Mariano Macri se contactó con O’Donnell casi un año después de la muerte del pattern family -Franco-, ocurrida en 2019. El periodista y el “denunciante ético” se conocen hace 20 años. O’Donnell vivía en Estados Unidos y escribía para el Washington Post.

Mariano Macri no fue un convidado de piedra dentro del clan, sino que resultó clave en el desembarco del grupo en Brasil -operaciones que aparecen en los Panamá Papers- y en China, una de las últimas obsesiones de Franco.

La historia conocida indica que el primogénito de la familia, Mauricio, no gozaba de la confianza del padre. Y el expresidente no tuvo empacho en acusar a Franco de corrupto una vez muerto.

El libro promete exponer este conjunto de miserabilidades de parte de una familia que le costó mucho a la Argentina. Y no sólo por el desfalco de Mauricio durante su gestión presidencial.

Las empresas del clan se multiplicaron durante la última dictadura cívico militar, tal como quedó demostrado en otro libro, Cuentas Pendientes. En 1973, la familia tenía 7 empresas; tras la dictadura, saltó a 47.

Esa miserabilidad también quedó expuesta cuando se descubrieron las maniobras de espionaje que el propio Mauricio realizó sobre su familia.

Primero desde el Gobierno de la Ciudad, a partir de una estructura que espió a la fallecida Sandra, hermana mayor, porque tanto Franco como Mauricio sospechaban de su marido, Néstor Leonardo.

Y una vez en el Gobierno Nacional, espió a su hermana Florencia y a su actual pareja, Salvatore Pica.

El poder de lobby del clan intentó frenar la publicación del libro, pero tanto la editorial como su autor continuaron adelante. Incluso, en algunos medios se intentó filtrar el dato de que Mariano Macri se había arrepentido de su testimonio, que quedó registrado en 17 horas de entrevistas y correos electrónicos.

Pero nada de eso sucedió. O’Donnell no tiene ningún indicio de ese “arrepentimiento”. Es decir, aquella versión sería otra de las “operaciones” del clan para frenar la publicación del libro que verá la luz la semana que viene.

 

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