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Con una mezcla de ilusión, esfuerzo colectivo y una cuota de realismo ante las dificultades, CRIGAL de Río Gallegos vuelve a la competencia nacional más exigente del básquet en silla de ruedas. El equipo santacruceño, que el año pasado logró el tan ansiado ascenso, ya prepara las valijas para viajar a Buenos Aires y disputar este fin de semana la primera fase de la Liga Nacional, en una zona que promete ser durísima.

En diálogo con Radio LU12 AM680Luciano Dalla Fontana —director técnico, jugador y alma mater del equipo— dio detalles del viaje, la preparación y el espíritu con el que afrontan esta nueva etapa: “Estamos con los chicos haciendo el último service de las sillas antes de viajar. Salimos a la madrugada rumbo a La Matanza, a San Justo, donde se juega esta etapa“.

CRIGAL integrará una de las tres zonas en las que se divide el campeonato, donde participan los doce mejores equipos del país. El sorteo no fue benévolo para los de Río Gallegos: compartirán grupo con Silsa Santa Fe, dirigido por el entrenador de la selección masculina; Sedima de La Matanza, anfitrión y conducido por el DT del combinado femenino nacional; y Municipalidad de Ensenada, otro ascendido que invierte fuerte en el deporte adaptado.

Nos tocó una zona brava, pero vamos a dar pelea“, aseguró Dalla Fontana con convicción. La meta es clara: clasificarse entre los dos primeros del grupo para avanzar a la siguiente ronda. De lo contrario, la eliminación será inevitable. “Nuestro objetivo es meternos entre los seis mejores del país. Después se armarán triangulares, y de ahí saldrán los cuatro equipos que jugarán la final en diciembre. Pero primero hay que salir de esta zona, que ya es durísima“, detalló.

Este año, por una cuestión de costos, CRIGAL no contará con el refuerzo internacional del chileno Francisco Ramírez Molina para esta primera etapa. “Es un jugador muy importante, desequilibrante. Lo tuvimos ya y lo convocamos de nuevo, pero no pudimos cubrir todos los fondos. Seguramente estará en la próxima fecha en Santa Fe”, explicó el entrenador.

A pesar de la falta de refuerzos, el cuerpo técnico confía en el potencial del grupo. “Los chicos están muy motivados. Entrenamos bien y tenemos todo lo que necesitamos en el CEPARD. No tenemos excusas en ese sentido. Sí necesitamos renovar un poco las sillas”, señaló.

La realidad del amateurismo también se hace sentir. CRIGAL no cuenta con jugadores rentados, y muchos de ellos deben equilibrar su pasión con el trabajo. “Por suerte, la mayoría de nuestros jugadores trabajan en la Municipalidad de Río Gallegos y cuentan con licencia deportiva. Pero hay casos como el de Agustín Gómez, que trabaja en el sector privado y tiene que hacer muchos malabares para poder competir”, explicó Dalla Fontana.

CRIGAL debutará el sábado frente a Silsa Santa Fe a las 11:30, y ese mismo día por la tarde enfrentará al local, Sedima de La Matanza. El domingo cerrará su participación ante Municipalidad de Ensenada a las 9:30. Todos los partidos podrán seguirse por streaming a través del canal SEDIMA TV.

Más allá de los resultados, la filosofía del club se mantiene intacta: compromiso, disciplina y crecimiento continuo. “Yo siempre digo que profesional no es el que cobra un sueldo, sino el que es disciplinado, el que no falta a los entrenamientos, el que quiere superarse cada día. Y en eso, estos chicos son ejemplares“, remarcó Dalla Fontana con orgullo.

En un país donde el deporte adaptado aún pelea por su lugar, los representantes de Santa Cruz demuestran que, con voluntad y esfuerzo, se puede competir de igual a igual con los mejores.

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