La Cámara de Diputados de la Nación se integra con una representación “proporcional” por cantidad de habitantes de cada una de las provincias argentinas. Según la Ley 22 847, el número de diputados que corresponde a cada distrito es de 1 cada 161.000 habitantes o fracción superior a 80.500.


La propia ley, también, establece que ningún distrito puede tener menos de 5 diputados o poseer menos diputados que los que tenía en 1976. Y marca, que el número de miembros debería ajustarse a los resultados de cada censo efectuado cada diez años.

Sin embargo, la última actualización que se realizó fue en 1983, previo al regreso de la democracia. Desde entonces, los Gobiernos sucesivos no aplicaron la actualización por habitantes, ni del censo 2001, ni del 2010.

En ese sentido, la Cámara Nacional Electoral (CNE) reiteró un fallo anterior sobre la obligación del Congreso de actualizar el número de sus integrantes según los datos del último censo nacional (2010). Cabe recordar que este año se debería realizar un nuevo relevamiento nacional, pero por la pandemia se postergó hasta el 2022.

Desde la década del 80 hasta hoy, la distribución poblacional de la Argentina cambió bastante. En un artículo que publicó Página 12 afirma que en el territorio bonaerense solo en el último censo hubo un crecimiento, entre 2000 y 2010, del 13 %. Y estimó que la provincia de Buenos Aires debería pasar de 70 a 100 diputados. Sin embargo, el porcentaje de integración de la población a nivel nacional sigue siendo el mismo que el que había en 1.991, el censo posterior a la última modificación de la Cámara de Diputados.

No así sucede con la Ciudad de Buenos Aires, donde no hubo un aumento significativo de habitantes en los últimos años y su participación en la población nacional, disminuyó dos puntos porcentuales. Lo que la llevaría a perder bancas en la Cámara Baja del Congreso Nacional.

En el caso de Santa Cruz, como sucede con todas las provincias de la Patagonia, no habrá cambios en la representación. La ley establece un mínimo de 5 diputados y todas las jurisdicciones del sur del país están lejos, aún de alcanzar la proporcionalidad por coeficiente.

Cabe señalar, que al actualizar la representación según el censo, el coeficiente de distribución también debe actualizarse según el crecimiento de la población. De esta forma, la Argentina al 2010, tenía un 36,7% más de habitantes (40.017.196) , que los estimados en 1983 (29.340.000) y un 23% más que los censados en 1991 (32.615.528).

El fallo

El Tribunal compuesto por Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera revocó una sentencia que rechazó el planteo del Partido Vecinal de Córdoba. Se había presentado un amparo contra el Estado Nacional para reasignar la cantidad de diputados por provincia según los datos actualizados del último censo.

Dicha demanda, se basó en que era era injusto que su voto valiera menos que el de los ciudadanos de otras provincias, ya que se necesitan más cordobeses que porteños, por ejemplo, para elegir un diputado nacional.

La provincia mediterránea también fue una de las que más creció en democracia. Solo en el último censo el crecimiento fue del 8,5 por ciento. Con estas cifras debería tener tres diputados más de los 18 que tiene actualmente.

En primera instancia se había rechazado el amparo, pero la Cámara Nacional Electoral revocó dicho fallo e intimó al Estado a actualizar la representación, tal como lo manda el artículo 45 de la Constitución Nacional y la Ley 22.847. Allí se establece que después de la “realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada para cada diputados.

La distribución

Con la nueva distribución, no sólo la ciudad de Buenos Aires podría perder diputados, sino distritos como Entre Ríos, Santa Fe, San Juan y la propia Córdoba, que han bajado su proporcionalidad de habitantes respecto del total nacional. En cambio Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Formosa, Chaco son otras provincias que han subido su población en comparación con el total del país.

La última vez que la CNE planteó esto fue en 2018. El gobierno de Cambiemos hizo caso omiso. Ahora será una decisión de la gestión de Alberto Fernández. Pero un cambio de este tipo, no sólo cambiaría la representación de CABA o Buenos Aires. Otras provincia podrían modificar su representación, por lo que la decisión no puede avanzar si no hay consenso pleno para ello. Este 2020 está perdido por la pandemia y el próximo, es electoral. Ninguna de las dos cosas favorables a un debate de alto contenido político como el que, la modificación de la Cámara, requiere.

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