El CEO de YPF aseguró: “Nos hicimos una compañía resiliente y podemos desarrollar todo Vaca Muerta”

La caída del precio internacional del petróleo volvió a encender alertas dentro de la industria hidrocarburífera argentina, especialmente en relación con el futuro de Vaca Muerta y el esquema de inversiones que la sostiene. Frente a este panorama global complejo, Horacio Marín, CEO y presidente de YPF, aseguró que la rentabilidad de la formación no convencional ubicada en la Cuenca Neuquina continúa asegurada, incluso en un escenario de precios deprimidos.

En diálogo con Infobae, Marín explicó que YPF logró transformarse en una compañía sólida, capaz de sostener su producción en Vaca Muerta con un barril entre 40 y 45 dólares, es decir, por debajo del valor actual: “Nos hicimos una compañía resiliente a menos de 40 dólares el barril, y a 45 podemos desarrollar todo Vaca Muerta”, afirmó. Aclaró además que, aunque la ganancia se reduce en ese contexto, la empresa evita pérdidas y mantiene activos sus planes de desarrollo.

Esta capacidad de adaptación, según detalló, responde a dos decisiones estratégicas: el aprendizaje acumulado durante la última década por parte del sector local y el abandono de campos maduros, menos redituables, para enfocarse en activos no convencionales. La apuesta, dijo, es competir directamente con el Permian, el mayor polo de producción de shale oil en los Estados Unidos.

La mirada de Marín difiere de ciertos diagnósticos provenientes del ámbito privado, donde se advierte que una baja de 10 dólares en el barril implicaría pérdidas cercanas a los USD 2.500 millones para el país. También reconoció que Vaca Muerta resultaba rentable con precios cercanos a los USD 50, aunque con un tipo de cambio más elevado que el actual. No obstante, remarcó que la situación económica vigente permite continuar con los proyectos sin generar desbalances significativos.

Respecto a cómo la incertidumbre global impacta en las inversiones, señaló que el mayor obstáculo no pasa por el precio del crudo, sino por el acceso al financiamiento. “Lo que puede frenar la velocidad es el financiamiento. Si querés sacar un bono esta semana, es medio complejo”, advirtió.

Aun así, aclaró que el contexto financiero internacional podría obligar a postergar algunos programas, sin poner en duda el rumbo estratégico ni detener el avance de los proyectos.

Asimismo, recalcó que cuentan con la capacidad de responder rápidamente ante cualquier cambio brusco. “Si tenemos que reaccionar, vamos a reaccionar en días”, expresó, y aseveró que no hay intenciones de frenar inversiones. “Todo lo que hacemos somos rentables a esos precios o mayores”, subrayó.

Por otro lado, consideró que una baja sostenida del precio del crudo podría derivar en una ventaja: renegociar condiciones con los proveedores de servicios. “Van a bajar los precios de los desarrollos. Las compañías de servicios realmente me van a dar bola”, declaró. Para Marín, esto permitiría reducir los costos unitarios y avanzar con mayor eficiencia cuando se estabilice el escenario de precios.

Al referirse al modelo operativo de la empresa, explicó que el plan estratégico apunta a cuadruplicar su valor bursátil en cuatro años, bajo el lema “cuatro por cuatro”. Esta hoja de ruta contempla eliminar cuellos de botella en infraestructura, mejorar procesos mediante operaciones en tiempo real y posicionar al gas natural licuado como vector de exportaciones.

Durante la entrevista, mencionó que apenas se perforó el 10% de los pozos disponibles en Vaca Muerta, donde quedan más de 10.000 por desarrollar, lo que implica un potencial de inversión superior a los USD 200.000 millones. Precisó que el plan de expansión involucra a toda la industria, no sólo a YPF, y se proyecta alcanzar exportaciones energéticas por USD 30.000 millones anuales hacia 2030.

En ese tenor, mencionó la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, al que calificó como el mayor desarrollo realizado en Argentina sin intervención directa del Estado. El consorcio que lleva adelante el proyecto está integrado por YPF, con una participación del 27%, y la inversión total asciende a USD 3.000 millones. Esta obra busca resolver el problema logístico derivado de la concentración productiva en Neuquén, que reemplazó a otras regiones y generó un cuello de botella para la evacuación del crudo.

En cuanto al gas natural licuado, señaló que desde la compañía se impulsan tres iniciativas. La primera, en conjunto con Pan American Energy, Pampa Energía y Harbour Energy, contempla la construcción de dos barcos licuefactores con capacidad para 6 millones de toneladas. La segunda, con Shell, ya cuenta con compradores garantizados. La tercera se encuentra en etapa de negociación con otra supermayor del sector. De acuerdo a Marín, todas las decisiones vinculadas a estos proyectos quedarán definidas durante el próximo año

Ante a la expectativa de los consumidores sobre posibles bajas en los precios internos de los combustibles, indicó que YPF aplica un esquema de promedio móvil para evitar oscilaciones abruptas. Agregó que al no estar acostumbrado a precios que cambian diariamente, el mercado local requiere de ajustes mensuales que eviten picos bruscos. Justamente, opinó que si el barril se mantiene bajo durante varios meses, eso se va a reflejar progresivamente en los precios de la nafta.

Por último, Marín afirmó que no recibe instrucciones del Gobierno para gestionar la empresa y agradeció que el presidente y su equipo le otorgaran autonomía para operar. Ese margen de acción, consideró, fue clave para sostener la rentabilidad de YPF incluso en condiciones adversas del mercado global.

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