Your browser doesn’t support HTML5 audio
* Por Irene Stur
El precio del petróleo es uno de los indicadores críticos de la salud económica mundial, de ahí que con los vaivenes económicos en medio de la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos, su valor actual refleja las turbulencias de los mercados. En medio de un lunes “negro” bursatil a nivel internacional, el barril del crudo Brent, referencia en Europa y Argentina, se cotizó a 64,80 dólares, en el mercado de Futuros de Londres, lo que representa una caída en torno al 1,3% respecto al cierre de la sesión anterior.
Con esta baja, el barril perdió, en tres jornadas consecutivas cerca del 15%, alcanzando su nivel más bajo en cuatro años. Este desplome marca el fuerte impacto que hubo, en el mundo, ante los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la respuesta de China, generando el temor de una nueva recesión global.

Un Efecto Dominó
Efectivamente, la crisis en el mercado del petróleo se ha intensificado desde que el gobierno chino anunció un gravamen del 34% sobre los bienes importados desde EE.UU., una medida de represalia que entrará en vigor el próximo 10 de abril. Este acto ha creado un clima de incertidumbre y pánico en los mercados financieros, afectando especialmente a los mercados asiáticos.
Como reflejo de este “lunes negro”, la Bolsa de Valores de Taipéi experimentó este lunes su mayor caída diaria en la historia, reflejando el temor de los inversores ante las nuevas restricciones comerciales.
A mitad de jornada, el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, declaró que el presidente Donald Trump está considerando una pausa de 90 días en la nueva política arancelaria de EEUU, lo que provocó que las acciones recortaran la caída y en algunos casos anotaron leves avances.
Pero no pasó mucho tiempo antes de que desde la propia Casa Blanca se tirara a la basura esa versión, ratificando los aranceles impuestos, lo que provocó que las bolsas retomaran el sendero a la baja de las mismas
En Londres, el índice de referencia también sufrió, bajando un 5,68% en la apertura, aunque logró estabilizarse parcialmente, cerrando la mañana con una caída del 4,09%. Expertos advierten que estas medidas podrían desencadenar una recesión, lo que hace aún más urgente la necesidad de analizar las consecuencias de estas políticas comerciales.
Reacción de los Analistas
La presión sobre el sector energético es innegable. Wolfe Research ha revisado sus valoraciones de acciones, disminuyendo los objetivos de precio para la mayoría de las compañías que cubren entre un 10% y un 30%.
El análisis de Wolfe Research sugiere que el precio del West Texas Intermediate (WTI) podría estabilizarse en 60 dólares como un caso temporal de “estrés”. A pesar de estas reducciones, los analistas creen que las condiciones actuales del mercado ofrecen oportunidades para volver a invertir en el sector energético a medida que se estabilicen los mercados.
Se oscurecen las proyecciones
Pero, a contrapartida de la consultora, el Bank of America redujo drásticamente su pronóstico de crecimiento de la demanda de petróleo para 2025, bajándolo a la mitad.
Los analistas de BofA advierten que el doble impacto de los aranceles y el aumento de suministro de la OPEP podría generar un superávit global mayor, presionando aún más los precios. Con un crecimiento proyectado de solo 450,000 barriles al día para 2025, la situación se torna alarmante.
Pero lo que es más grave, es que anticipa que el barril de Brent podría caer mucho más durante algunas semanas en el peor de los casos, por lo que el bróker llamó un “shock negativo de demanda de materias primas”. De esta forma, marcó que su proyección original de un promedio de 70 dólares/barril para el Brent en 2025 ahora está en riesgo: “Si los balances de oferta/demanda se debilitan en más de 1 millón de barriles diarios en los próximos trimestres, el Brent podría incluso caer a 50 dólares/barril durante algunas semanas“, escribieron los analistas.
Un Juego de Espera
A pesar de la caída en los precios, muchos productores de petróleo en EE.UU. aún mantienen un flujo de caja libre positivo. Sin embargo, un descenso prolongado en los precios del barril podría forzarlos a recortar gastos, incluidos los pagos de dividendos.
Las empresas deben equilibrar la necesidad de mantener la producción con la presión de los mercados y las exigencias de los accionistas. Las políticas arancelarias y la incertidumbre económica generada por la administración Trump afectan la confianza de los inversores. Y por ende, si esto se mantiene en el tiempo, podría haber cambios en las decisiones adoptadas previamente.
¿Y en la Argentina?
La caída del precio del petróleo Brent es un síntoma de tensiones más profundas en la economía global, exacerbadas por las políticas comerciales agresivas de Estados Unidos. Y pese a que los analistas sugieren que podría haber oportunidades de inversión en el sector energético a medida que los mercados se estabilicen, el camino hacia la recuperación está lleno de incertidumbres.
Y mientras el crudo de Brent siga por estas aguas turbulentas, las empresas que consideraban invertir en el sector energético argentino, especialmente en proyectos de energía renovable o de petróleo y gas, podrían ser menos propensas a hacerlo debido a la inestabilidad y la volatilidad del mercado global.
En tanto, los que ya están en plena operación y/o expansión en el país, miran atentamente el escenario actual, sobre todo los actores de Vaca Muerta. Cabe recordar que la balanza comercial positiva que proyecta este año el gobierno de Javier Milei está sustentada, principalmente, por las exportaciones energéticas.
Rentabilidad
Con la caída del precio del Brent, las operadoras advierten el contexto negativo que se abre, apuntando la suba de los costos en dólares que se presenta para las empresas, acentuada por la política cambiaria actual.
Es que si el barril baja de los USD 60, no son pocas, las operaciones en Vaca Muerta que pierden su rentabilidad, ya que aún el gran yacimiento no convencional argentino, sigue teniendo costos de producción superiores a otras pares del mundo. Y aunque es aun pronto para tomar decisiones, si la caída del Brent se mantien en el tiempo, las petroleras someterán a revisión los desarrollos anunciados y eso se podría traducir en menos inversión y menos puestos de trabajo a futuro.
Un escenario aún más delicado se abre para el convencional, en tiempos donde se camina un espacio de transición en todas las provincias dónde YPF vendió o transfirió sus campos maduros. Es que la inversión en recuperación terciaria eleva los costos de producción y el margen de equilibrio, con los valores actuales del Brent, están al límite.
Leé más notas de Irene Stur
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario